En Santa Cruz, la división de la burocracia de la CTA ha adquirido la particular forma de una fractura de ATE, entre la dirección de los mineros de Turbio (abiertamente kirchnerista) y la línea del actual secretario, Garzón, con base en hospitales y apoyo de judiciales y otros gremios chicos. La conducción de Pedro Muñoz en Adosac (el gremio más numeroso) se abstiene.

Ninguna de las dos fracciones cuenta con apoyo o participación docente, y Garzón, que lleva tres años en la conducción provincial de la CTA, no lleva ni mineros, ni docentes en su secretariado. La lista yaskista tiene escaso apoyo fuera de Río Turbio, pero cuenta con el apoyo del aparato del gobierno.

En este cuadro de disgregación profunda interviene la Lista 3, integrada por más de 70 docentes, más de 20 activistas y delegados de ATE, entre ellos un importante núcleo del Hospital de Río Gallegos, mineros de Turbio, representantes de empresas que son conquistas de los movimientos de desocupados como Empasa y Lavras, con una amplia representación de 11 localidades sobre las 14 en que se vota.

Es una lista de delegados y trabajadores de base contra dos listas del aparato sindical tradicional.

La elección se da en una coyuntura particular, donde la CTA –que en tres años no realizó un solo congreso provincial– por primera vez en mucho tiempo ha sido el canal por el que se desenvolvió la iniciativa de lucha contra la reforma jubilatoria. En manos de la actual conducción, no hay garantía de continuidad alguna y se trata de impulsar esa continuidad desde abajo.

La batalla electoral se concentra en varios aspectos: el más importante es lograr la participación de los docentes en la elección, interesándolos en el salto adelante para la unidad de las luchas que significaría una conducción clasista en la CTA provincial.

Nos hemos reunido para explicar nuestra propuesta con el cuerpo de delegados de Judiciales en Caleta Olivia y estamos preparando una carta a los compañeros de los hospitales, desarrollando un programa político reivindicativo ante la cuestión de la salud en la provincia.

Otro espacio de debate fundamental será la mina de Río Turbio, para quebrar el monopolio kirchnerista y mostrar que votar por la lista de Castillo (actual secretario general de ATE Río Turbio) es atarnos de pies y manos como organización gremial.

Por fin se trata de despertar la inquietud política y de participación entre los compañeros de Lavras y Empasa, a quienes Garzón les ha dado la espalda en su lucha por la continuidad laboral. Una buena votación de la Lista 3 en Santa Cruz será un gran respaldo a esa lucha y a la de los cientos de desocupados y procesados por luchar de la zona norte.

Hemos lanzado una consigna central de campaña: “Una alternativa para unir las luchas, ante el quiebre de la dirección oficialista”, que preside nuestro afiche provincial.

Estamos poniendo en movimiento a los 110 candidatos de la Lista 3 para instalar la presencia de la lista en todos los lugares de trabajo.