Sindicales

15/3/2012|1214

Ctera y Suteba se rindieron ante los topes de Cristina

Para quebrar las luchas provinciales

La dirección de Ctera no tomó nota del enorme cumplimiento en todo el país del paro del 6 de marzo. O, más bien, lo vio tan importante que resolvió concentrarse en dispersar el movimiento que la obligó a la primera medida nacional durante todo el período kirchnerista: resolvió rendirse ante el decretazo de anulación de paritarias.

Suteba, mediante asambleas sorpresivas, avisando sólo a su aparato, hizo pasar un aumento del 20 por ciento, ceñido al tope que el gobierno pactó con los gobernadores. Un aumento a la vez mentiroso, porque en secundaria el que recién se inicia, por módulo, recibe un 18,4 por ciento, y a los 15 años de antigüedad apenas llega al 19,5.

El gobierno echó lastre al otorgar el aumento sin cuotas y de manera divisionista. Lo hizo llegar al 22 por ciento para la máxima antigüedad del maestro de grado y por primera vez en bastante tiempo dispuso el no descuento de los días de huelga del Frente Gremial. No así en el caso del paro de Ctera y de Udocba. Toda una ingeniería para desmontar la lucha de la provincia más importante del país.

Las asambleas de Suteba, con todo, registraron una dura pelea del activismo. En todas hubo fuertes críticas al gobierno, y una porción de la base celeste votó con la oposición. En Mercedes, la oposición encabezada por Tribuna Docente empató con la Celeste; en Ensenada la burocracia dio por aprobado el acuerdo sin votar, porque perdía; en La Plata ganaron por once votos con gente que no es docente.

El activismo no logró revertir la maniobra de la burocracia, en un proceso que aún debe madurar en la mayoría del gremio. Pero salió fortalecido y, en varios distritos, tonificado para ir por la recuperación de las seccionales.

El proceso abierto, más allá sus ritmos, no tiene reversión para la burocracia kirchnerista en el marco del ajuste en marcha. Es la primera vez en años que se impone un paro nacional de Ctera, y una paritaria en Buenos Aires que tuvo de todo: asambleas, autoconvocatorias, paro de 48 horas por dos semanas y una movilización masiva el 6 de marzo al margen de la Ctera.

Otras luchas provinciales

En Santa Fe, el conflicto sigue abierto. El paro de 48 horas y la movilización de esta semana es en repudio del aumento ofrecido por el “socialista” Bonfatti, que plantea cerrar la paritaria con un “cristinísimo” 21 por ciento y la amenaza de descuentos por los días de huelga. Aun así, lo que propone el binnerismo supera en 1.100 pesos a la miseria aceptada por Ctera a escala nacional y por Suteba en Buenos Aires, lo que da una magnitud de la entregada en Capital y provincia.

En Córdoba, De la Sota no pudo hacer pasar su propuesta de 25 por ciento en cuatro cuotas (!). El activismo la rechazó en todas las asambleas, y exige un 30 por ciento sin cuotas. Hay conciliación obligatoria hasta el 9 de abril, aceptada por la burocracia de la UEPC para ganar tiempo. La oposición autoconvoca un plenario de delegados de escuela con mandato para el 31 de marzo.

El gremio privado de Sadop convoca al paro el lunes 19 de marzo. En Tucumán, los gremios existentes aceptaron el acuerdo del gobierno sin asambleas, lo que ha generado una lucha autoconvocada muy importante. El lunes 19 habrá una masiva marcha de antorchas. También en el interior del país el activismo sale fortalecido para abordar los próximos pasos.

De cara a esta situación, las fuerzas que pusimos en pie el Encuentro Nacional Docente que se reunió en Neuquén tenemos una gran responsabilidad: seguir en detalle los procesos de lucha provinciales y apoyar su desarrollo, con el objetivo de desenvolverlos en todas sus posibilidades. En el curso de un proceso sujeto a tarifazos y luchas de otros sectores, trabajar el repudio en las escuelas con vistas a una reapertura de las paritarias en la segunda mitad del año.