-Exclusivo de internet

• Es grave que un rector designe personal docente en una escuela sin atenerse a criterios académicos y pedagógicos para su selección.

Esa actitud, por un lado, atenta contra los derechos laborales de cualquier docente, disminuye la calidad académica de cualquier institución y, por otro -dada la discrecionalidad-, profundiza las prácticas clientelares para acceder a un puesto laboral y, por ello, debilita a la democracia.

• Es bueno que un rector, luego de reunirse con doce directores de departamentos -que accedieron a dicho cargo por su trayectoria académica y por el voto de sus pares- reconozca su error y firme un acta de acuerdo con los representantes gremiales en donde establece taxativamente que “retrotrae las designaciones y que cualquier” designación se hará con la firma del rector y del director de departamento”.

• Es muy grave que, al día siguiente de haber firmado el acta, la desconozca y proceda a designar por presiones personales y políticas a los profesores de la casa.

• Es grave que, frente a una escuela tomada por el Cecap y con un paro total de actividades de la escuela, el vicerrector diga que todo funciona de manera normal.

• Es grave que frente a esa situación absurda dé muestras de mayor irresponsabilidad no convocando a los firmantes y responda de manera escrita limitándose a mentirle a la comunidad en su conjunto.

• Es bueno que luego de una toma que supera los tres días convoque al diálogo.

• Es grave que su propuesta consista en decir que garantizará la vigencia del Reglamento de la Escuela (las sanciones no se pueden poner si antes no hubo un descargo por parte del estudiante e intervino el profesor tutor, no se puede en la escuela confundir en ninguna calificación lo actitudinal con el aprendizaje de los contenidos de una materia, las libertades del Cecap están garantizadas por el reglamento, por los derechos constitucionales y por las “prácticas horizontales” acordadas en el acta de compromiso del año 2007).

• Es gravísimo que el rector ofrezca respetar la norma -en un reconocimiento implícito de que no la estaba cumpliendo- transformando un reglamento del que debe ser garante en un acuerdo transitorio que puede o no cumplir.

• Ahora es grave y muy preocupante que -según un medio de prensa- algunas autoridades de la UBA piensen que a un cargo de profesor en la Universidad se pueda acceder de cualquier modo, máxime teniendo en cuenta que dichas horas estaban vacantes desde el 1º de febrero, tiempo sobraba, ¿faltó voluntad, capacidad o fue decisión de ejercer la discrecionalidad política? En todos los casos, estamos ante un hecho de gravedad inusitada, escandalosa.

• Es gravísimo tener una autoridad que no respeta ni su propia firma, es gravísimo que considere que las leyes, reglamentos y normas no son de cumplimiento para las autoridades.

Denunciamos que esta gestión está pretendiendo actuar como una Intervención. Si comunicados oficiales salen a la “caza de brujas” de los profesores de la institución, si un director de estudios utiliza vocabulario como “agitadores” y “manipuladores” para explicar los conflictos, creemos que el cuadro es claro. Todo esto es incompatible con un proyecto de escuela democrático que debe respetarse y que fuese garantizado por el Consejo Superior con la firma del acta de 2007.

Señores del Consejo Superior, llamen al diálogo de manera urgente porque la escalada de autoritarismo de mercado intenta volver al Carlos Pellegrini.

5 de abril de 2011