Sindicales

23/10/2008|1060

Defendamos a los delegados de Transtex

congresal Lista Naranja, AGR-Clarín

Desde el 7 de octubre, la patronal de este taller gráfico de Parque Patricios, dedicado a la producción de tarjetas de crédito y otros valores, viene negando el ingreso a tres delegados y dos ex delegados.

Se trata de un ataque alevoso contra los derechos gremiales de los trabajadores, que puede estar anticipando uno más general contra el conjunto de los trabajdores de la fábrica frente a la crisis del crédito.

En un primer momento el accionar ilegal de la patronal contra los representantes gremiales, fue acompañado de una suspensión contra un conjunto de compañeros que habían protagonizado un reclamo que la interna acompañó. Así, más de diez compañeros fueron suspendidos durante 48 horas.

Pasados los dos días, mantuvo la medida contra los compañeros con fueros. Se trata de -por lo menos- una “suspensión” no reconocida, ya que a pesar de las abundantes pruebas recogidas por la interna, la patronal en sus cartas documento no reconoce tal situación sino que, en un acto de extrema perfidia, los intima a retomar sus tareas (¡!).

Transtex es un taller que se organizó hace pocos años, y con el accionar del sector Naranja de la interna logró el pago de las categorías, el reconocimiento de las horas extra, la colocación de aire acondicionado en sectores donde el calor era sofocante, y empezar a ponerle freno a los maltratos.

En las últimas elecciones de delegados ganó una lista ligada a la agrupación Naranja. Ahora la burocracia del gremio presentó la correspondiente denuncia en el Ministerio de Trabajo.

Frente a esta situación, los compañeros han presentado un amparo judicial contra el accionar antisindical de la empresa. Van todos los días a la puerta, conversan con sus compañeros la posibilidad de encarar una acción gremial y preparan una acción solidaria con la Naranja.

Un párrafo aparte merece el proceder de la Policía Federal, que el jueves 17, ante el anuncio de la Naranja de realizar una radio abierta solidaria en la puerta de la fábrica, y a pedido de la empresa, rodeó la planta con siete patrulleros, dos carros de asalto, agentes de civil e infantería, vallando la cuadra de punta a punta ante la sorpresa de los vecinos y los trabajadores de la fábrica, que fueron retirados dos horas antes por la empresa.

La patronal está asustada pero, a su vez, pretende meter miedo a los trabajadores. Contra este ataque a los obreros de Transtex, al activismo gráfico, a la Naranja y a los derechos gremiales, respondamos defendiendo con todo al Cuerpo de Delegados.