Sindicales

15/10/1998|604

Defendamos a los trabajadores del Banco Mayo

La mentada ‘fortaleza’ del sistema financiero argentino, de la que Menem se jactó ante el FMI y Clinton, quedó rápidamente desmentida: los 2.500 trabajadores del Mayo están hoy a punto de quedar en la calle por la liquidación del banco.


Después de haber absorbido al quebrado Banco Patricios —con la ayuda ‘generosa’ del BCRA—, el Mayo fue a la quiebra como consecuencia del retiro de uno de sus principales accionistas, el fondo de inversión norteamericano Newbridge, temeroso de quedar ‘pegado’ al verdadero ‘agujero negro’ de los autopréstamos y descubiertos de los directores del Mayo. El fracaso del intento de vender algunos activos para salvar el banco sólo aceleró la caída.


El principal candidato a apropiarse de los despojos del Mayo es el Citibank; la otra oferta proviene de un ‘pool’ de bancos que se apoderaría de los activos y cerraría la totalidad de sus sucursales. El BCRA ‘aceitó’ este copamiento del Mayo por la banca extranjera otorgándole redescuentos por 326 millones a un banco virtualmente en quiebra. Ahora, claro, esos préstamos se han ‘evaporado’. Al mismo tiempo, el directorio del Central conspiraba con los capitostes del Citi para entregarles el Mayo. El menemista Rubén Beraja, presidente del Mayo, denunció que “el Central vendió el banco a mis espaldas”.


Pero, claro, Beraja no puede quejarse del Central, ya que fue uno de sus mayores beneficiarios. Gracias a sus préstamos, Beraja pudo apropiarse de los bancos Casa y Olavarría. El último ‘regalo’ del Central a Beraja fue el Patricios: no sólo lo recibió gratis sino que, además, con la complicidad del directorio del BCRA, congeló una parte de sus depósitos y se negó a pagar las Obligaciones Negociables del Patricios. Pero hay más. Como lo denunció la Comisión Interna del Mayo de Rosario, Beraja y los restantes directores encabezaron la fuga de depósitos que precipitó el derrumbe del banco. Todo esto, también, con la complicidad del directorio del BCRA.


El Citibank ya anunció que despedirá, al menos, a la mitad del personal del banco: 1.200 compañeros, muchos de ellos ‘sobrevivientes’ del Patricios. En caso de que sea el ‘pool’ de bancos el que gane la pulseada, irán a la calle la inmensa mayoría de los compañeros. Esta masacre no debe pasar.


Los trabajadores del Mayo no están dispuestos a ser el ‘pato de la boda’ de los negociados y las estafas del Citibank, el BCRA y Beraja. Por eso ocuparon las casas del banco en todo el país, declararon la huelga y están realizando manifestaciones diarias. En la asamblea de Casa Central, el día 12 de octubre, los compañeros chiflaron masivamente a Zanola, reclamando la movilización del gremio.


En un momento en que, en todo el país, arrecian los despidos y las suspensiones y cuando la mayoría de los bancos está procediendo a masivos ‘despidos hormiga’, la lucha del Mayo contra los despidos debe convertirse en una bandera de todos los trabajadores, y en particular de los bancarios.


Ni un solo despido. Plena garantía de estabilidad para todos. Que la crisis la paguen el Citibank y Beraja: estatización sin pago de la banca, bajo el control de los trabajadores.