Sindicales

13/6/1996|498

Defender el triunfo, derrotar el fraude

Cuando se privatizaron las empresas públicas, el gobierno vendió el 10% de sus acciones a sus propios trabajadores con el objeto de ‘asociarlos’ y debilitar su resistencia a la entrega. Así nació el PPP (Programa de Propiedad Participada), que administra las acciones pertenecientes a los trabajadores y cuyas autoridades deberán ser elegidas por éstos.


La burocracia de Foetra manejó el PPP como una ‘caja’ propia, asignándose jugosos sueldos y fijando elevadísimos gastos de administración.


Recién después de cinco años, la dirección de Foetra llamó a elecciones de autoridades del PPP. En oposición a la burocracia se formó un “Frente por la Liberación de las Acciones”, cuyo programa es el derecho de los trabajadores a poder vender esas acciones o hacer lo que les plazca, sin someterse a ninguna autoridad burocrática.


Antes de las elecciones, la burocracia había obligado a los jubilados y retirados a vender sus acciones, pagándolas a un precio apenas superior al 5% de su valor de plaza. Así consiguió reducir sustancialmente la cantidad de votantes; en Telecom, por ejemplo, en un 42%. Además, como está autorizada la ‘votación por poder’, la burocracia se lanzó a una campaña de chantajes y presiones para conseguir ‘poderes’. También hicieron todo lo posible para que los trabajadores-accionistas no pudieran votar: a los de Telefónica de toda Buenos Aires los mandó a votar a Luján, Nueve de Julio y La Plata; a los de Telecom, en Zárate y, a todos, en horario de trabajo.


A pesar de todas estas maniobras, más de 400 telefónicos en Capital y más de 500 en Buenos Aires soportaron varias horas de espera fríamente calculada para poder votar. Esta movilización permitió que en Capital, la lista opositora venciera a la burocracia por 388 a 289 votos. De estos últimos, 250 fueron por ‘poder’, obtenidos por presiones sindicales. En Zárate y Rosario la situación fue similar, pero la burocracia pretende negar su derrota computando poderes de organizaciones sindicales que no son accionistas (y que, por lo tanto, no tienen facultad para votar).


El 29 de mayo está convocada la Asamblea Federal, compuesta por 49 delegados asambleístas. La oposición tiene 10 que han sido reconocidos por el Ministerio de Trabajo en representación de la Capital. Si prospera la impugnación presentada por la oposición a los ‘poderes’ que se asigna la burocracia por Rosario y Zárate, la oposición lograría la mayoría absoluta de la asamblea. Allí comenzaría el proceso de la ‘liberación’ de las acciones.