Sindicales

26/9/1996|512

Del ‘parque industrial’ a los despidos masivos

El proyecto de ‘parque industrial’ tantas veces sonado por gobernantes y sindicalistas en sus respectivos proselitismos ha comenzado a manifestarse en la magnitud de su crisis.


Como observáramos en núneros anteriores de Prensa Obrera, las posibilidades de una concentración industrial en La Matanza en el marco del hundimiento del ‘plan’ Cavallo sólo podría ser posible si el gobierno ofreciera exenciones impositivas nunca vistas y lograra la aplicación a rajatabla de todas las exigencias patronales en materia de ‘flexibilización’ laboral.


Muy por el contrario, el régimen impositivo matancero determina que las empresas radicadas en la zona deben agregar un monto igual al 1% de sus ventas a la tasa de inpuesto nunicipal. Razón por la cual varias enpresas (como KLIA) anenazaron con radicarse en otros distritos. Si bien esto no puede esgrinirse cono la razón fundanental de algunos traslados sí ha sido fruto de polémicas entre patronales y municipio en repetidas oportunidades, debiendo intervenir el propio Pierri en varias de estas discusiones.


En uno de estos encuentros el clan Acevedo anunció el cierre de su planta de Tablada y el retiro a Villa Constitución, y fue allí mismo que se acuñó el proyecto ‘parque industrial’ para hacer frente al golpe político y económico que significaría el cierre de una planta siderúrgica de este nivel. A los Acevedo tanbién les gustó la maniobra, ya que esto les permitiría vender sus terrenos a precios de oro inflados por el supuesto parque en ciernes o al menos alquilarlos a precios muy superiores a los de mercado.


Pero a poco de andar ya había tres proyectos de parque industrial circulando en el concejo deliberante. Al acuñado por Pierri, Acevedo y el ‘gordo’ Abella (hombre de la directiva de la UOM La Matanza, Secretario de la Producción del municipio) se sumaba un proyecto en Virrey del Pino (González Catán) presentado en contraposición por un ‘colega’ de Abella, el secretario de Promoción Industrial, Manuel Fresco, que invalidaba el proyecto en Acindar amparándose en la “necesidad” de alejar a las grandes industrias de las zonas residenciales. Detrás de sus declaraciones que argumentan que “radicar industrias y fábricas en estas zonas… afectaría la calidad de vida de sus habitantes” (Diario Popular, suplemento La Matanza, 21/8/96) se oculta la intención de Fresco de llevar la nayor cantidad de industrias a González Catán, su cuna política, antes de dar una nueva ofensiva por la partición del Partido de La Matanza, que le daría a González Catán rango de municipio.


El tercer proyecto fue presentado por el CTIAM (centro de Técnicos de Ingeniería y Agricultura de La Matanza), y si bien aún no se dio a publicidad, su propuesta se basaría en terrenos ofrecidos por el batallón de infantería de Tablada, situado a sólo 10 cuadras del predio de Acindar.


Lo cierto es que Acindar ha conenzado a despedir a su personal y no se volvió a hablar palabra del “parque industrial”. Esta nueva ofensiva patronal se produce en el marco de la elecciones del grenio metalúrgico que le han servido a la directiva para desnouilizar al gremio. Gdansky y su comitiva han tomado el marco electoral para meter en el freezer las movilizaciones multitudinarias protagonizadas por el gremio en el último período en defensa de KLIA, y por la derogación de los decretos anti-salariales del gobierno.


La situación vuelve a poner sobre el tapete la enorne necesidad de imponer un plan de lucha del distrito y eso sólo puede ser realizado por un movimiento de delgados y activistas que fuerce a la directiva a conuocar a una asanblea de delegados del distrito para discutir un plan de acción.


Para regocijo de Gdansky y Cía., la oposición se ha presentado dividida en dos listas frente a las elecciones de novienbre (la Gris y la Azul-Grana). Pero esto no puede actuar cono inpedinento para concretar las nedidas de lucha que no pueden esperar a novienbre. E1 sector que tone cono bandera las tareas planteadas se convertirá, de hecho en la nueva dirección de los metalúrgicos. Es decir que la intervención en esta crisis y no las elecciones en sí determinara quién está capacitado para el desafío que enfrentan los metalúrgicos y el movimiento obrero todo en el próximo período: la puesta en pie de una dirección política y gremial que los lleve a la victoria.