Sindicales

10/11/1993|407

Derrota en Banco Nación

Por 1.888 votos contra 1.463 la burocracia zanolista recuperó la Comisión Gremial del Banco Nación. La diferencia se estableció en la Casa Central, ya que la lista de Zanola perdió la votación en las sucursales por cerca de 100 votos.


Este resultado plantea la necesidad de un balance entre el activismo del banco, y de toda la oposición bancaria.


Los resultados son la consecuencia de los dos años de gestión de la interna y obviamente del contexto general del gremio. Esto no quita que la campaña electoral en sí fue pobre y carente de contundencia en la denuncia del rol del zanolismo y del gobierno.


Hubo manifestaciones concretas de fraude, como  que los padrones o el recorrido de las urnas volantes se conocieran recién   la tarde anterior de la votación, o la inclusión dentro del padrón de más de trescientos empleados del Banade que no reunían las condiciones exigidas para votar, no siendo impugnados por la lista 9094.


La burocracia aprovechó, precisamente, este cuadro de desmoralización.


En estos dos años, el Nación fue sometido a una intensa ofensiva por parte del gobierno, con la complicidad activa del zanolismo.


La política de la interna frente a esta ofensiva tuvo fuertes limitaciones. Frente al plan de “retiros voluntarios” orquestado por Dadone, se manejó con una consigna abstracta, “la defensa del BNA”. Cuando Zanola traicionó la lucha del año pasado firmando un acuerdo vergonzoso con Dadone, la línea de la gremial no fue organizar el rechazo activo a la entregada (ligándose a la resistencia que se dio en Banco Ciudad), sino que salió del paso con la fórmula del “repudio” a los acuerdos. El factor que influyó, por último, negativamente, fue la división de la interna en relación a las elecciones nacionales del gremio.


Precisamente esa división y el internismo generado redundó en estos últimos meses en un “bajo perfil” de la CGI.


El zanolismo aprovechó este terreno cedido por la interna y contó para ello con el apoyo directo de la patronal. Fue notoria la afluencia de funcionarios a las urnas.


La campaña de la burocracia tenía el siguiente slogan: “Con esta gremial no va a haber aumentos. Zanola y Dadone ya tienen un acuerdo, caen los zurdos y largan el aumento”.


La lista zanolista está conformada por elementos reclutados a último momento, sin trayectoria gremial. Sus miembros tradicionales están tan quemados en el banco, que su candidatura era impresentable.


El zanolismo ha ocultado que la negociación salarial está sujeta a la modificación de las condiciones laborales, en especial a la extensión del horario. Los casi 1.500 votos obtenidos por la lista 9094, muestran que la oposición aún es una tendencia viva y masiva dentro del BNA.