Sindicales

18/9/2019

Derrotamos el golpe derechista en la Fatpren

La emblemática lucha de Télam, a la cabeza de la federación nacional de prensa.

La Naranja de Prensa

El Frente de Unidad – Lista Emilio Jáuregui, que agrupa a 15 sindicatos de prensa de todo el país, logró reunir los congresales necesarios para impedir que se consumara el golpe orquestado por la vieja burocracia que conducía la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren) ocho años atrás.


En tándem con sectores de la conducción saliente, los sindicatos agrupados detrás de Gustavo Granero y Orlando Romero (secretario general de una gremial amarilla de la agencia Télam y que actuó en todo el conflicto a espaldas de los compañeros y en favor de Hernán Lombardi y el directorio) habían logrado imponer en marzo pasado el adelantamiento de las elecciones de renovación del Secretariado Nacional de la Fatpren, con el propósito de desplazar a una conducción que se posicionó en forma independiente de los gobiernos y las patronales y que, incluso, fue la única voz que se alzó en el Confederal de la CGT de 2017 contra la tregua de la burocracia sindical ante el ajuste del gobierno Macri. 


El operativo golpista naufragó a partir del reagrupamiento de diversos sectores, entre ellos los congresales del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), que entendieron la necesidad de impedir un avance de los agentes del gobierno y las patronales al interior del máximo órgano gremial de los trabajadores de prensa.


Con enormes dificultades logísticas, este reagrupamiento consiguió reunir los recursos para movilizar a los más de 35 congresales de todo el país que garantizaron el quórum para sesionar. Los golpistas amarillos, conscientes de su derrota, optaron por retirarse e impugnar con argumentos endebles al propio congreso.


De ese modo, la nueva conducción está integrada por 15 sindicatos de prensa de todo el país con Carla Gaudensi, integrante de la directiva del Sipreba y de la Comisión Interna de Télam, como secretaria general. Gaudensi es una referente de la lucha más importante del gremio de prensa de los últimos años, que se destacó por los métodos del paro general y la ocupación de los edificios por 119 días. Con ello doblegaron a la justicia y lograron reinstalar a más de 250 compañeros en sus puestos de trabajo.


Ese solo hecho contrasta con la actitud de la conducción de la CGT e incluso de la oposición del Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona), cuyos dirigentes, a pesar de solidarizarse con los huelguistas de Télam, una y otra vez vociferaron contra el método de la huelga y la ocupación de fábricas y establecimientos. Las mismas actitudes mostraron los referentes de las CTA con relación a las huelgas del INTI u otras dependencias que plantearon las ocupaciones de ministerios para enfrentar los despidos.


Con todo, la conformación del Frente no estuvo exenta de una profunda lucha política entre las corrientes y sindicatos que la integran y que, inevitablemente, se expresará en la política de la nueva conducción. Por un lado, el sector referenciado en la conducción combativa saliente (compuesto por 10 sindicatos: Tandil, Santa Cruz, Formosa, Salta, La Pampa, Chubut Oeste, Viedma, Paraná, Bariloche y Mendoza) se agrupó sobre la base de una experiencia de trabajo en común y detrás de un programa que promulga la independencia política con relación “a los gobiernos y los patrones” y la lucha contra la burocracia sindical y la paz social en defensa de los estatutos y convenios de prensa.


Allí es donde se agruparon los congresales de la Naranja de Prensa en el SiPreBA junto con destacados dirigentes de la conducción saliente, como los referentes de Tandil, Formosa y de Corrientes, este último también de La Naranja. 


Del otro lado, un bloque compuesto por los sindicatos de Neuquén, Santa Fe, Córdoba y la mayoría del Sipreba, que promovió una candidatura a secretario general en base a la idea de “superar la crisis institucional de la Fatpren”, en un planteo carente de una denuncia del bloque golpista y ajeno a un contenido y programa de clase. En ese bloque, además, militan otros sindicatos que aceptaron firmar la paz social como condición para un acuerdo a la baja en las paritarias de Radio Nacional.


Esa candidatura naufragó por la  negativa cerrada del bloque combativo, que aceptó que fuera el otro sector quien encabezara la lista con la condición de que la persona elegida representara alguna lucha real del gremio de prensa. De ese modo emergió la candidatura de Carla Gaudensi.


El precio fue alto, toda vez que implicó la deserción de los congresales de dos valiosos sindicatos como Mendoza y Bariloche, que se aferraron a una posición intransigente aunque inocua ante la tarea concreta de doblegar al golpe romerista. Además, La Naranja de Prensa, a pesar de su indiscutible protagonismo, debió digerir el bloqueo a su integración a la nueva conducción de Fatpren, a pesar de que seis integrantes del SiPreBA participan de la misma.


Tareas


El gremio de prensa sufrió una pérdida del poder adquisitivo del salario superior al 32% en los últimos cuatro años. Los cierres y despidos se cobraron más de 4 mil puestos de trabajo en todo el país en el mismo período. Las patronales avasallan una y otra vez los convenios a través de la imposición de la multitarea y llegan a desconocer las paritarias, a pesar de que sean a la baja. Como parte de esta ofensiva, las cámaras empresarias ya anunciaron su intención de reformar los convenios y estatutos.


El sostenimiento de la UTPBA como sindicato reconocido para discutir paritarias en la estratégica Ciudad de Buenos Aires ha sido un instrumento eficaz para que las patronales impusieran esta realidad en todo el país.


La nueva conducción de Fatpren, reforzada con nuevos sindicatos y liderada por el Sipreba, tiene la oportunidad de enfrentar todo este cuadro en la medida en que desarrolle un planteo de independencia política con relación al actual y al futuro gobierno, y despliegue un plan de lucha para recuperar lo perdido con los métodos de la asamblea, el paro y la ocupación, que mostraron su eficacia en la histórica lucha de Télam hoy merecidamente a la cabeza de la federación.


Los trabajadores de prensa ya dieron muestras de que existe la voluntad y la necesidad de hacerlo. Manos a la obra.