Sindicales

21/1/2010|1115

Desguace industrial bajo gestión ongarista

La prensa kirchnerista no se cansa de exaltar las gráficas “recuperadas”. Ahora aparece la “recuperación” de Dinan, una industria de 250 obreros con dos plantas, una en Mataderos y otra en San Justo. La gráfica sufrió la compra hostil de un grupo chileno que la cerró. La planta fue ocupada al estilo ongarista: ninguna lucha, ninguna trascendencia y negociación con los vaciadores. Tras una intervención de Moreno y luego de meses y meses de desgaste, la planta se reabriría con la mitad del personal (en el mejor de los casos), bajo la forma de una cooperativa acordada con la patronal: “Tenemos un comodato por tres años y Stein se comprometió a pagar los salarios caídos desde octubre a diciembre”, manifestó el delegado y vocal del gremio Hugo Corpo (BAE, 28/12). Además del absurdo de confiar en la palabra de la misma patronal que provocó el vaciamiento, ese dinero no iría al bolsillo de los trabajadores sino a “poner todo en funcionamiento”.

“El acuerdo alcanzado, que contó con la participación del Ministerio, implica que las indemnizaciones se pagarán con la venta del inmueble de Mataderos (el más valioso, donde trabajaban casi todos) y las máquinas no prendadas” (BAE, 28/12).

Hasta acá, la coooperativa es –como en Indugraf– sólo un recurso que garantiza un ingreso de unos mil pesos mensuales de subsidio a los sobrevivientes de la catástrofe. Eso sí, “si la patronal no cumple la continuidad, deberá garantizar las indemnizaciones ella misma” (ídem). Con moñito y todo.

En otro caso, el de Talleres Unión, quedaron 24 de los 48 trabajadores, trabajan hoy al 30 por ciento de la capacidad del taller. Durante años le pagaron 9 mil pesos de alquiler al vaciador.

En Indugraf, donde voltearon al cuerpo de delegados clasista con el apoyo del PTS y el MST, siguen esperando 30 de los 88 compañeros, de los cuales participan 16 en la “custodia” de los bienes del patrón Martínez, los demás fueron expulsados o ignorados. Sólo ellos cobran el subsidio administrado sin control alguno por el sindicato y por el grupo dirigente; los cheques se cobran en el sindicato, al estilo Milagro Sala.

En resumen, el Sindicato Gráfico está garantizando el desguace de toda un parte de la industria, así como los despidos y la pérdida de antiguas condiciones laborales.
Para BAE, el sindicato “recuperó” en total 200 puestos (no cuenta los que se rindieron). Son formas de ver el vaso, en el caso de que quede agua, porque en Dinan todo dependerá en Dinan de los “clientes que acerque Moreno”. La realidad es que de los 390 puestos de trabajo de estas tres plantas, sólo funcionan los 24 de Unión; los otros dos casos, Dinan e Indugraf, son promesas de boliches reducidos en condiciones laborales leoninas, sin cobrar las deudas, para unos 130 trabajadores más.

Nuestra vista no alcanza a apreciar el “giro” que pretextó el PTS para apoyar el golpe de Ongaro contra el clasismo en Indugraf.