Sindicales

12/3/2015|1354

Despiden petroleros en Neuquén

Pereyra: congelar el salario para "cuidar" las fuentes de trabajo


Ante la caída del precio del barril (que todo anuncia se mantendrá por un período de muchos meses y tal vez años), las empresas exigen bajar los costos laborales; es decir, aumentar el nivel de explotación de sus obreros por un lado, y poner un límite a sus salarios, por el otro.


 


La reacción de secretario general del sindicato petrolero, además senador del MPN Guillermo Pereyra, no se ha hecho esperar: instó a “faltar menos por enfermedad” y a ser “cautelosos” en la negociación salarial.


 


En las bases y yacimientos los trabajadores esperan ansiosos alguna novedad sobre la recomposición salarial en la paritaria (el CCT venció) que debería abrirse en un par de semanas y sobre el tema del impuesto al salario. Pereyra convocó el viernes a una concentración en la pequeña localidad de Añelo (la perla de Vaca Muerta), reveladora de la orientación de la burocracia petrolera.


 


En un gremio desmovilizado se reunió la mitad de lo habitual para este tipo de actos. Su adjunto le echó la culpa a la base: “hay que venir a estos lugares, se lo decimos a los que se quedaron cómodamente en su casa o en el yacimiento, o a los que tomaron el vehículo y se fueron a otro lugar. Tenemos que ser más en estas asambleas”.


 


En tanto, Pereyra llamó a cuidar las fuentes de trabajo. Repite el verso de los adalides de la “flexibilización laboral” de los '90. Con el supuesto argumento de que entregando conquistas laborales se asegura que no habrá despidos ni suspensiones, finalmente se pierde lo uno y lo otro. Pero, por otra parte, ya comenzaron los despidos y ceses. La china Sinopec anunció el despido de 28 trabajadores, lo que se suma a la desvinculación de otros 40. Otros 200 puestos de trabajo estarían en riesgo por el levantamiento de ocho plataformas.


 


Las empresas apuntan también a lo que constituye el 75% del salario petrolero: los adicionales. Los viáticos, el adicional por horas de viaje, viandas, etc., forman el grueso de las remuneraciones. El básico no supera los 5.000 pesos, y se cuadriplica o quintuplica con esos adicionales, a los que quieren echar mano las empresas.


 


Apuntan, además, a extender la jornada laboral, ya de por sí extenuante, y se pierda el cobro de horas extras conquistado el año pasado (para el personal de perforación, pulling y workover).


 


Jornada de 8 horas, apertura de un nuevo turno en los yacimientos, básico al nivel de la canasta familiar, eliminación del impuesto al salario, paritarios electos por la base, son parte de un programa de conjunto para que los trabajadores irrumpan con su propia voz en las paritarias.