Sindicales

15/9/2020

Despidos, bloqueo y patotas en la líneas de la empresa San Vicente

Con el despido de un chofer que padece cáncer, el Grupo Dota muestra nuevamente que no tiene límites para imponer abusos patronales.

El despido de un chofer de la empresa de transporte San Vicente, de Almirante Brown (Buenos Aires), que padece cáncer, efectuado antes de que comience la cuarentena, reabrió el conflicto por los despidos y persecución de la patronal.  El trabajador fue desafectado por una causa trucha por lo que no recibió indemnización alguna; en este marco de pandemia su situación se agrava enormemente. Frente a este hecho indignante, un grupo de choferes despedidos junto al compañero decidieron realizar una medida de protesta bloqueando los portones en la madrugada del lunes 14. La acción de lucha es parte de un conflicto largo que ya tuvo un episodio de bloqueo de portones en enero del 2019, también contra despidos -en ese caso cerca de 20- y luego el despido antisindical de Victorio Gianella, entre otros.

La empresa San Vicente a cargo de las líneas 79, 51, 74, 435, 503, 388, 385, 370, 263, 177, entre otras, es tierra liberada para la persecución sindical, los despidos y atropellos de todo tipo sobre los choferes, mecánicos y todo el personal. En estos últimos años hubo decenas de despidos, entre ellos muchos con carácter antisindical, ataque a las condiciones de trabajo e incluso recorte de servicios y recorridos. Las medidas de la empresa afectan también a los usuarios, ya que ha fraccionado algunos recorridos entre dos líneas para cobrar dos boletos por un recorrido que debería hacer una sola línea.

https://twitter.com/prensaobrera/status/1305880860986675206

La UTA del Gallego Fernández no ha tomado ninguna medida de lucha en apoyo a los choferes de la San Vicente en todo este tiempo, dejando a los choferes en una pelea aislada. Esto no sorprende a nadie, mientras permite enormes deudas salariales y mantiene congelado los salarios desde que arrancó la cuarentena.

Por su parte, la fracción “opositora” de la UTA liderada por Miguel Bustinduy, que dirige los cuerpos de delegados de las líneas pertenecientes a Dota, no solo no acompañó a los choferes en lucha, sino que los reprimió con manguerazos y piedrazos desde adentro, argumentando que los despedidos que bloqueaban los portones no eran personal de la empresa.

Finalmente una patota reforzó la represión contra los trabajadores golpeando incluso a un chofer en actividad que se negó a sacar un coche.

Los ministerios de Trabajo y Transporte, antes con Macri y ahora de Alberto Fernández, permiten que el Grupo Dota continúe aplicando una reforma laboral en los hechos en la empresa y que avance con la persecución sindical, los despidos y atropellos indignantes, como el despido de este chofer enfermo.

El intendente pejotista de Almirante Brown, Cascallares, también hace la vista gorda frente a la modificación y recortes de recorridos.

Es necesario poner en pie un agrupamiento independiente del gobierno y de las dos fracciones de la burocracia sindical que responden a dos grupos empresarios y están fuertemente integrados al gobierno.