Sindicales

23/10/2008|1060

Despidos en la Línea 93

La burocracia está desgastando

Los chóferes de la Línea 93 (Munro-Avellaneda) salieron al paro para impedir el despido arbitrario de un compañero. Esta patronal se caracteriza por sistemáticos ‘aprietes’ y sanciones a los trabajadores, que mantuvieron el paro a pesar de intimaciones, incluso policiales, durante cinco días. Como el paro fue resuelto por los compañeros (y no lanzado por la UTA), la patronal despidió a 31 chóferes más, aduciendo la ‘ilegalidad’ de la misma, para quebrar la resistencia obrera y/o negociar desde una posición de fuerza. Entonces intervino la directiva burocrática de la UTA que firmó una ‘conciliación obligatoria’, que cual deja al despedido inicial afuera (reconociéndole a la patronal el derecho a despedir a los que reclaman por sus derechos, si le paga la indemnización).

De esto han pasado ya dos semanas. Y en cada audiencia se resuelve… una nueva audiencia. Hasta ahora la patronal ha aceptado el reintegro de ocho de los 31 despedidos. Y sigue sin hablarse del despedido inicial, por el que empezó el conflicto. Entre audiencia y audiencia, la patronal  presiona a los despedidos para que acepten arreglos indemnizatorios. Sectores patronales y burocráticos están creando intrigas, pretenden desgastar a los chóferes y romper la unidad que tuvieron cuando salieron a la huelga por la reincorporación de su compañero.

Es necesario realizar una asamblea general para enfrentar la intriga patronal, para votar un mandato a llevar a la próxima audiencia ministerial: reincorporación de todos los chóferes despedidos o retomar el plan de lucha para romper con las maniobras patronales.