El día de hoy, el diario La Nación publicó una nota en la que busca justificar los despidos producidos en la cartera conducida por Oscar Aguad.

 

Con terminología tendenciosa, escamotea diciendo que los mismos son “cese de contratos de profesionales” y difama a los trabajadores despedidos a quienes vincula con el kirchnerismo y los acusa de no cumplir con sus tareas y/o jornada laboral. Es decir los acusa de ñoquis.

 

Los trabajadores despedidos hace años que cumplen con tareas y horarios laborales, con condiciones precarias de contratación y, en numerosos casos, con salarios por debajo de los $15.000. Tampoco cuentan con vacaciones pagas ni aguinaldo. Un régimen de completa precarización laboral.

 

En el mencionado artículo, acusa a los trabajadores de haber producido “destrozos”, para justificar la movilización de la policía militar como respuesta a un conflicto gremial. Todo esto es falso: se lo puede comprobar en las fotos y videos que circularon en las redes, mientras La Nación no aporta una sola prueba.

 

El sentido estratégico de la nota es la justificación de los despidos basados en “la necesidad de reducir el aparato burocrático del Estado” (en este caso, bajo la forma de una modificación de la estructura del Ministerio).

 

Esta situación contrasta con la existencia de funcionarios no capacitados para el cargo que asumieron, que no asisten regularmente al Ministerio y que perciben ingresos muy superiores. Esta doble vara para calificar la idoneidad y comportamiento de trabajadores y funcionarios es presentado por el gobierno con el palabrerío de la “modernización y eficiencia del Estado”.

 

Un movimiento de lucha

 

Los trabajadores realizaron el miércoles 23 una importante jornada de lucha, que se inició con una multitudinaria asamblea en la que participaron más de un centenar de compañeros del Ministerio, acompañados por otras Juntas Internas, miembros de los Consejos Directivos de ATE Nacional y de ATE Capital.

 

Allí se resolvió recorrer el edificio visibilizando el conflicto y exigiendo a las autoridades que reciban a una comisión negociadora con el mandato de la reincorporación de los 13 despedidos, sin distinción de afiliación gremial, y que se dé marcha atrás con el recorte salarial.

 

Con estas consignas los trabajadores concentraron durante más de dos horas, frente al despacho del Jefe de Gabinete Raúl Ripa, a lo que el funcionario respondió enviando a la Policía Militar del Ejército.

 

Las autoridades incumplieron su compromiso de rever los despedidos: no habían dado marcha atrás con el envío de los telegramas y había seguido el proceso administrativo necesario para efectivizar la rebaja salarial. Por eso, la Asamblea General y la medida de lucha, clarificaron el escenario.

 

La Asamblea contribuyó decisivamente a la conformación de una comisión negociadora con representación de las distintas agrupaciones del sindicato y puso en agenda la necesidad de defender al conjunto de los compañeros despedidos y no sólo a los afiliados “propios”.

 

Necesitamos un plan de lucha

 

En la reunión entre los funcionarios y la comisión negociadora, las autoridades no sólo dieron cuenta de que no habían reconsiderado los despidos tal como se habían comprometido, sino que informaron el envío de 60 telegramas en total.

 

La asamblea que se llevó a cabo en la Plaza de Armas del edificio Libertador, de la que participaron otras juntas internas, resolvió suspender las medidas de fuerza hasta la próxima reunión prevista la próxima semana.

 

El primer round después de las PASO muestra importantes reservas de lucha entre los trabajadores. Para enfrentar el nuevo plan de despidos del Gobierno, es necesaria la movilización del conjunto del sindicato: ATE Capital y Nacional deben convocar de inmediato a un plenario de delegados para rodear este conflicto. Es necesario un plan de lucha para ganar, preparado por Asambleas en todos los lugares de trabajo.