El paro general en Edesur es el resultado de una crisis salarial muy grande en ese gremio. La burocracia de Lezcano quedó con las ruedas para arriba a partir del convenio salarial de abril por el 22 por ciento de aumento, luego del cual la huelga general de la alimentación desplazó los reclamos hasta el 35 por ciento y más.

La presión por abajo llevó a la desairada burocracia a plantear un refuerzo del 8,33 por ciento y el propio Lezcano llevó al problema a Olivos en el mes de agosto. Pero no pasó nada, porque las concesionarias le exigen a De Vido un tarifazo en regla o un aumento de los subsidios. El plan oficial es aumentar las tarifas residenciales según los horarios, pero eso requiere una inversión de 1.600 millones sólo para cambiar los medidores. El empatanamiento ha llevado a un paro el lunes siguiente a la muerte de Kirchner, casi secreto por la política de la burocracia, pero en un cuadro de gran bronca en todo el gremio. Por otro lado, las tarifas de una cantidad de empresas y cooperativas de toda la provincia de Buenos Aires están aumentando hasta un 30%.

Luz y Fuerza es, en realidad, la punta de una realidad más extendida que es el retraso salarial de todos los gremios que firmaron por debajo del 35%, lo que incluye a la masa de los gremios estatales y docentes de todos los niveles que no pasan del 20%, peor que Luz y Fuerza. Recordemos que bancarios fue a paros masivos en todo el país y logró tres refuerzos fijos de 600 hasta fin de año, luego de lo cual, en enero, empieza su paritaria, la primera del movimiento obrero. Luego hemos tenido paros masivos de la docencia bonaerense con y sin el Suteba, y hay medidas previstas de la Conadu Histórica.

Que la inflación se ha acelerado no es novedad, se estima que octubre podría arrojar un 2% de inflación general, pero los alimentos, según la Asociación de Consumidores Libres, aumentaron la friolera de un 5,6%, lo que significa un 37% en lo que va del año.

La cuestión del doble aguinaldo y la reapertura de las paritarias inferiores al 35% está a la orden del día, a contra mano de la política de Moyano. La CGT bardea con un proyecto de participación en ganancias que no sirve; es un mero argumento de campaña electoral y además tiene el papel enteramente negativo de distraer y hasta contrarrestar el planteo de un salario equivalente a la canasta familiar. La CTA definitivamente está consumida en su crisis interna y ninguna de sus fracciones piensa superarla mediante un congreso de las bases obreras que ponga el salario a la cabeza de una movilización nacional de fuerzas -la política que defiende la Lista 3.

La tarea es desplegar en todos los gremios la bandera del doble aguinaldo y refuerzos salariales que compensen todo aumento que haya sido inferior al 35% en 2010. Pero el movimiento empieza por cada fábrica. Por ejemplo, la gráfica Interpack I está en plan de lucha con medidas de fuerza por ese objetivo; al mismo tiempo las asambleas fabriles le reclaman al sindicato ponerse al frente y convocar plenarios de delegados por el punto. Es la condición para comer hoy y para no empezar de atrás en las próximas paritarias, las que tendrán que ser defendidas contra toda idea de pacto social.