Sindicales

28/9/2018

Docentes: necesitamos un plan de lucha hasta derrotar a Vidal

Tras el contundente paro del 24-25

El paro de 36 horas del 24 y 25 de septiembre en la docencia fue masivo.


La ofensiva de María Eugenia Vidal, sin embargo, se mantiene incólume.


Del mismo modo, la dirección de Roberto Baradel mantiene una actitud pasiva, de reproche estéril, hacia un gobierno en crisis y repudiado por la inmensa mayoría popular.


Dos días después del gran paro, en la página del Suteba, la dirección Celeste se queja de que “estamos finalizando el noveno mes del ciclo lectivo y la incertidumbre acerca de cuánto y cuándo cobramos es insostenible”, y le suplica a Vidal que los convoquen a paritarias y ofrezcan un salario digno.


Para Vidal y para la dirección del Suteba parece que el paro no ha modificado nada: a dos meses de que terminen las clases, la gobernadora insiste en el congelamiento de las paritarias y Baradel en responder con paros aislados y amargos comunicados cotidianos en la web.


“Un milagro” para Yasky y Baradel


La connivencia de la burocracia se ha transformado en un pilar estratégico para sostener la gobernabilidad del ajuste de parte de todo el pejotismo, incluido el kirchnerista.


Lo que en los discursos se presenta como la defensa de la “institucionalidad democrática” (que Macri gobierne hasta el último día de su mandato), en la práctica es el bloqueo de un plan de lucha hasta derrotar el plan de guerra de Macri y los gobernadores.


Así lo expresó el analista político Rosendo Fraga, el mismo día de la realización de la huelga en TN, cuando caracterizó que un paro como el realizado, sin movilización, en medio de la actual crisis económica, política y social, descomprimía la bronca popular. “Los sindicatos –escribió también en Clarín- han llevado adelante una serie de protestas importantes, pero que han permitido contener y al mismo tiempo canalizar las tensiones evitando que el resorte de la tensión social salte por el aire”. El mismo reconocimiento les hizo a los movimientos sociales del triunvirato piquetero papal – CCC, Ctep, Barrios de Pie-.


La burocracia de Ctera colabora para que el régimen de Macri y los gobernadores aplique el ajuste del FMI. En Santa Cruz, Alicia Kirchner, en medio de una inflación que amenaza superar el 45 por ciento, otorgó un “aumento” salarial del ¡2 por ciento!


“Hace falta un milagro para que no haya un diciembre caliente",  "se van a vivir meses de mayor penuria, va a costar más llegar a la canasta alimentaria", declaró Hugo Yasky al finalizar la huelga, pero dejó en claro que el sindicalismo kirchnerista garantizará una férrea política de tregua, al no anunciar más que un “muy probable paro”… antes de fin de año" (El Destape, 27/9).


Desafío Multicolor


Que el año finalice sin aumento de salarios será un duro golpe para la docencia bonaerense, y un claro condicionamiento para paritarias futuras. La burocracia sindical baradelista encubre esta enorme entrega con la cortina de humo de que jamás firmarán una paritaria a la baja. No hace falta: sencillamente la dejan pasar. Como ocurrió con la eliminación de la paritaria nacional. La burocracia kirchnerista y su frente “anti-Macri” han sido verdaderos organizadores de derrotas.


El año va cerrando con un balance que salda con hechos concretos la caracterización de la Coordinadora Sindical Clasista-PO y de Tribuna Docente de que ir detrás de la burocracia kirchnerista es la “unidad que resta”. En los dos años y medio de Cambiemos, entregaron la paritaria del 2016 sin un solo día de huelga, disolvieron la fuerza de los paros y de las multitudinarias movilizaciones del 2017, y en 2018 entregaron la lucha de los bachilleratos de adultos, de los EOE (Equipos de Orientación Escolar), de los docentes de enseñanza especial, y la paritaria provincial.


Frente a esta realidad, la Multicolor tiene un desafío y una enorme responsabilidad. La Multicolor se ha instalado en la conciencia de un amplio sector de la docencia, más allá de los distritos recuperados, como lo demuestra la adhesión de alcance provincial de los paros convocados por los Sutebas Multicolores.


Para que la paritaria provincial se “abra”, y se arranque un salario básico de $20.000 más un incremento del 40 por ciento ajustado por inflación, el presupuesto para resolver la crisis edilicia que ha costado la vida de Sandra y Rubén, volver atrás la reforma antieducativa y los cierres de Vidal, a la Multicolor y sus seccionales le cabe convocar a los plenarios provinciales de delegados que la Celeste niega, e impulsar un plan de acción independiente, denunciando el papel colaboracionista de Sonia Alesso y Baradel, y reclamar la continuidad de los paros de 72 horas hasta la huelga provincial general que quiebre el ajustazo de Macri-Vidal y los gobernadores.