Sindicales

15/5/2014|1314

Docentes universitarios: un convenio colectivo para las patronales

EXCLUSIVO DE INTERNET



En pocos días más, el Gobierno nacional, los rectores y las burocracias de Conadu, Aduba y UTE-Ctera se disponen cerrar un convenio colectivo de trabajo (CCT) para los docentes universitarios que presentarán con una escenografía previsible: un pomposo acto en la Casa Rosada donde promocionarán el hecho como una muestra de “inclusión de derechos” y acaso también como “una de las políticas públicas más importantes de las últimas décadas”.

Se trata, en realidad, de una gran estafa a la que se prestaron los rectores que gobiernan las universidades nacionales y, particularmente, las mismas burocracias que nos impusieron en abril del año pasado una paritaria de 16 meses a la que estamos confrontando con paros y hacia el 22 de mayo, con una gran movilización educativa a Plaza de Mayo.

Este CCT es único en su género. Pero por lo retrógrado. En sus dos primeros artículos habilita a que cualquier institución universitaria pueda hacer reserva de parte o todo el CCT. Es decir, el carácter de aplicación obligatoria -¡qué otra cosa es un Convenio!- se disuelve aún antes de haber sido firmado y homologado por el Ministerio de Trabajo. De hecho, a la fecha (y el proceso continúa), el rectorado de la UBA lo ha rechazado en su totalidad, el de la Universidad de San Juan ha hecho reserva de casi 30 artículos, el de Universidad del Sur de otros dos, y así.

Por eso, la Agrupación Nacional Naranja lo ha denunciado como un “convenio patronal”. Y no sólo porque no garantiza derechos como la estabilidad laboral de los docentes interinos actuales (más del 75 por ciento de la planta docente en el país) ni la de quienes tienen que volver a concursar sus cargos sino por algo todavía más elemental: porque concreta el viejo sueño de la UIA y de todas las patronales: un convenio por universidad (por empresa). Entrega todos nuestros derechos y le da patente de corso a los rectorados para que validen o profundicen su política de precarización salarial, laboral, académica.

La Conadu Histórica convocó a un congreso el sábado 10 para debatir si se aprobaba o no la firma. Pero todo el encuentro fue una gran puesta en escena. Desde hace meses, la dirección de la Conadu H -una alianza de hierro entre el michelismo, sectores del PC e independientes “kirchnerizados” – venía promoviendo la firma con el argumento de que “esto es mejor que nada”, frente al hecho de que los docentes universitarios carecemos de un CCT. Incluso, en el congreso se ratificó el planteo realizado por el oficialismo en plenarios de secretarios generales: todo el CCT es “letra puesta”, la negociación está “clausurada”, las otras federaciones van todas a firmar. En otras palabras, el congreso estaba montado sobre la base de la gran extorsión del gobierno y los rectores.

Contra esta maniobra, la Agrupación Nacional Naranja y un conjunto de 22 congresales llevamos una contrapropuesta: que no se firme este Convenio (por no ser tal), que reclamemos la continuación de la negociación colectiva y que extendamos el debate entre todos los docentes del país que todavía desconocen tanto el texto del CCT como las consecuencias de lo que allí se determina.

Nada de esto fue aceptado. La dirección de la Conadu Histórica resolvió acompañar la comparsa general y la entrega de un CCT que no se aplicará, que se aplicará parcialmente o que será interpretado siempre a la baja, para profundizar la precarización laboral de la docencia universitaria. La entrega fue enmascarada con una moción que cosechó la mayoría de los votos: firmar con observaciones.

La Agrupación Naranja ha desplegado una gran campaña nacional denunciando tanto la naturaleza del CCT como las maniobras y traiciones de las federaciones burocráticas. Ahora más que nunca tenemos el desafío de reorganizar el movimiento docente en todo el país sobre la base de nuestras mejores tradiciones de lucha, independencia política y representación de los intereses de los trabajadores docentes. En ese camino, impulsaremos encuentros y congresos de base para nuclear a todas aquellas asociaciones o delegados que estén dispuestos a seguir la pelea por nuestros derechos y por nuestros salarios.

Santiago Gándara