Sindicales

25/8/2016|1425

¿Dónde está el Smata?


La semana pasada, Ford se sumó al listado de terminales que tienen a una parte de sus trabajadores suspendidos con rebajas salariales. El argumento esgrimido en un comunicado -firmado por el gerente de Recursos Humanos y la Comisión Interna (Smata)- sostiene que, por la caída del mercado brasileño, la producción para 2016 será de 87.000 unidades, 23.000 menos que la capacidad instalada: “A fin de adecuar la capacidad instalada a la demanda, la empresa deberá tomar las siguientes acciones: 1) rebalancear las líneas para ajustar la producción al nuevo volumen requerido; 2) ofrecer un Plan de Retiro Voluntario a todo el personal con el fin de posibilitar la salida de la empresa del personal que así lo desee, evitando de esta forma despidos no requeridos; 3) suspender, hasta fin de año, al personal excedente a consecuencia del reajuste de capacidad (rebalanceo)”.


 


A diferencia de la vecina planta de Volkswagen, que mantiene un esquema de suspensiones rotativas por pedido del Smata, con el argumento de “repartir los costos de la crisis entre todos los trabajadores”, en Ford, la empresa armó una lista fija. En principio, son cien los trabajadores suspendidos hasta fin de año. Uno de los argumentos de la dirección del Smata -cuando propuso a VW el esquema de suspensiones rotativas, en contraposición a un listado de suspensiones fijas- fue también para sentar precedente “ante situaciones similares en otras plantas”, cuestión que no aplicó para Ford. El plan de retiro voluntario funciona como un arma en la cabeza sobre el grupo de trabajadores suspendidos “hasta fin de año”, que saben que si no “arreglan” son números fijos en los futuros despidos.


 


La crisis para flexibilizar


 


Las terminales están aprovechando las ventajas que ofrece la crisis para intensificar sus políticas de flexibilización laboral y barrer con conquistas históricas de los trabajadores metalmecánicos. El rebalanceo de las líneas de producción en Ford implica un aumento en los tiempos de cada puesto de trabajo. En el marco de un achique de la producción por la caída de la demanda, se plantea aumentar los ritmos de producción.


 


Volkswagen está yendo aún más lejos, con la vergonzosa complicidad del Smata: con el argumento de mostrar mejoras a la casa matriz la patronal alemana “solicitó” a la representación gremial achicar los tiempos de descanso y de comedor, para transferir ese tiempo a la producción. Una entrega que hasta  viola el convenio. La jornada de trabajo en VW, al igual que en Ford, debido a que comparten el mismo convenio (Autolatina), es de 8,45 horas, de las cuales 25 minutos corresponden a relevos (descansos) y 45 minutos a tiempo de comedor. A partir de setiembre, y en teoría por un “período a prueba” de tres meses, sólo 20 minutos corresponderán al descanso y 30 minutos a comedor. O sea que se le regala a la empresa 20 minutos por día de cada trabajador. Otra entrega brutal es la aplicación del turno americano en mantenimiento, cuestión resistida y repudiada por todos los trabajadores de Volkswagen. La excusa de la burocracia para justificar estas entregas fue “la defensa de los puestos de trabajo”, cuestión que carece de todo sentido si se tiene en cuenta que en Volkswagen, desde abril, se perdieron más de quinientos puestos de trabajo mediante la modalidad de retiros voluntarios o despidos por goteo.


 


La burocracia del Smata es incapaz de encarnar “la defensa de los puestos de trabajo”. No olvidemos que esta misma burocracia, con José Rodríguez a la cabeza, firmó uno de los convenios que fue el ensayo general de la flexibilización laboral menemista y que tenía como uno de sus principales objetivos la eliminación de las negociaciones colectivas de trabajo -o sea, una de las grandes conquistas del movimiento obrero argentino: el convenio Fiat-Smata de 19961″.


 


Llamamos a todos los trabajadores del Smata a organizarse para frenar esta ofensiva, que victimiza no sólo a los mecánicos y que tiene a la burocracia de la lista Verde del Smata como principal correa de transmisión de esta política.


 


 


1. Christian Rath y Julio Magri: “El convenio Fiat Interesa a todos los trabajadores”, marzo de 1996.