Después de tres meses de huelga, la lucha de Río Turbio se mantiene firme y todos los sectores de la mina continúan ocupados por los trabajadores. La presencia de los mineros en Buenos Aires ha obligado a cambiar el discurso de la Intervención, del senador santacruceño del PRO, Eduardo Costa y de otros funcionarios, que han pasado de acusar de vagos y ñoquis a los mineros, a proponer una negociación.

Ésta tendría como base la reincorporación de los despedidos que no aceptaron el “retiro”, junto con la aplicación de un ilegal procedimiento de crisis como medio de imponer un nuevo convenio laboral que anularía todas las conquistas vigentes para el sector.

El nuevo escenario obliga a redoblar la movilización, la solidaridad y a dotarse de una estrategia que unifique al conjunto de los trabajadores de la provincia de Santa Cruz en una lucha común contra el ajuste del gobierno nacional y contra el ajuste del gobierno provincial de Alicia Kirchner y el de los municipios.

El kirchnerismo coquetea con la huelga minera y posa con un apoyo declarativo y de gestiones que hasta ahora no ha abierto ninguna salida al conflicto. Alicia Kirchner tiene pánico de que los mineros puedan unirse con los empleados públicos santacruceños, los maestros de Adosac y los gremios municipales y, en los hechos, condiciona su “apoyo”, a que esa unidad no se concrete. Y parte de la dirigencia sindical acompaña esa presión que divide a los trabajadores.

El kirchnerismo pretende usar este conflicto con fines electorales. Solo busca que Macri y, sobre todo, Costa paguen un elevado “costo político”. Esto aunque los trabajadores paguen un “costo” muy superior en despidos, o peor, con la liquidación de la fuente de trabajo y el futuro sombrío de los pueblos que rodean a la mina y que albergan a 30000 almas.

Recordemos que el FpV es responsable por la no aprobación en el Senado de la ley que establecía la Carboeléctrica Estatal. Además, el PJ acompañó a Macri en la rebaja del presupuesto de YCRT para este año.

Desde el Partido Obrero, que venimos acompañando esta lucha desde el primer día, planteamos un camino distinto, un camino de lucha: Asamblea  Popular Comunitaria en la cuenca carbonífera para colocar a todo el pueblo en apoyo a la lucha minera y respaldar solidariamente todas las luchas de los trabajadores provinciales y municipales contra el congelamiento de salarios que mantiene hace dos años Alicia Kirchner y muchos municipios.

Plenario de bases provincial para organizar un plan de lucha de conjunto contra el ajuste de todos los gobiernos patronales, cualquiera sea su color político.

Son dos estrategias distintas que, naturalmente, condicionan la convocatoria a un acto del primero de mayo, que debe ser de unidad y lucha de la clase trabajadora, como ya lo acordaron para Río Gallegos la Junta Interna de YCRT Loyola, la Adosac y el Partido Obrero entre otras fuerzas de izquierda, y no de unidad con los ajustadores del kirchnerismo.

En la marcha de antorchas que se realizó ayer en Río Turbio, Elida Ramos de la CTA ha propuesto un acto clasista y se ha abierto la discusión en la cuenca carbonífera sobre el 1° de mayo. Son dos estrategias, que van a seguir estando presentes en el desarrollo de esta lucha y que van a definir en gran medida su desenlace.

¡Vamos por la unidad de la clase trabajadora contra todos los gobiernos ajustadores!

¡Vamos por un Primero de mayo clasista y de lucha también en Santa Cruz!