Sindicales

6/12/2012|1251

Ecotrans: Defendamos a los trabajadores y usuarios

Las masacres de Flores y Once fueron el comienzo de la cuenta regresiva para los negocios que, durante muchos años, mantuvieron el gobierno con los hermanos Cirigliano. Está comprobado que hubo una inmensa dilapidación de la plata de los subsidios destinada a la "renovación" de unidades, tanto en TBA como en todo el grupo Plaza. También este dinero fue derivado a otros negocios del grupo, incluso en el exterior. El resultado de esta estafa fue el derrumbe del mantenimiento de TBA con sus nefastas consecuencias, así como la falta de inversiones de una gran parte de las líneas de colectivos del grupo Plaza.


La ausencia de estas inversiones trajo como consecuencia que al grupo Plaza, en Bahía Blanca, le sacaran la concesión de las principales líneas de colectivos. Luego, le fue quitada la concesión de TBA y ahora corren peligro las once líneas de Ecotrans, empresa antes atada por el nexo ferroviario con los negocios del mismo grupo.


La implementación de la tarjeta Sube ha dejado al gobierno kirchnerista con el absoluto poder sobre la caja de las empresas de colectivos. Hay una estatización de la recaudación, aunque se mantiene privatizada la operación de las empresas. El pago con tarjeta liquidó la caja corriente de las empresas, lo que hace que los pagos al personal dependan del dinero enviado por la recaudación de la Sube.


El gobierno reintegra el dinero de los boletos y otorga un monto adicional por renovación de unidades y mantenimiento. El grupo Cirigliano no está recibiendo estos subsidios para la renovación de Ecotrans, lo que indica que el gobierno le ha bajado el pulgar. Personeros del gobierno, como Othacehé, han empezado una campaña conjunta contra el grupo, para otorgarle las líneas de Ecotrans a otras empresas. Pero, fundamentalmente, esta escalada se dirige contra los trabajadores de la línea, quienes siempre han enfrentado su prepotencia y sus actitudes fascistizoides.


Los patos de la boda de esta pelea capitalista por Ecotrans los pagan los pasajeros y los trabajadores. Los pasajeros, ante la falta de inversión, han visto estirar las frecuencias de todas las líneas y han sufrido el deterioro sin fin de las unidades. Ello, sumado al desbarranque del FFCC Sarmiento, transforma en un suplicio llegar del centro a los barrios del oeste.


Los trabajadores de Ecotrans, que ya libraron una inmensa lucha ante la quiebra del viejo TDO, hoy libran otra lucha por la defensa de la fuente de trabajo de 1.100 choferes y por mejorar las condiciones de viaje de los pasajeros. Los trabajadores han iniciado una campaña por el cumplimiento de las promesas de inversiones hechas por los Cirigliano, quienes ahora están con el agua al cuello. Se reunieron con los dirigentes nacionales de la UTA y constituyeron una Mesa de Trabajo, integrada por el sindicato y la totalidad de los delegados.


Reclamaron una audiencia urgente a Cirigliano -que la obtuvieron- y otra al ministro Randazzo, para que la patronal haga las inversiones que Ecotrans necesita. También han planteado un plan de emergencia de cinco puntos, que incluya fechas, montos y plazos en los que dichas inversiones debieran tener lugar y se lleven a la práctica.


Los trabajadores de Ecotrans van a reclamarle a Randazzo que el Estado se involucre directamente. No puede pasar un día más sin que se sepa a dónde va a parar el dinero de los subsidios y de la recaudación en general. Le propondrán formar una mesa de control y seguimiento, integrada conjuntamente por representantes del Estado y de los trabajadores, con el poder y las facultades para revisar las cuentas y el movimiento financiero de la empresa.


La campaña iniciada por los trabajadores de Ecotrans debe ser acompañada por los usuarios del oeste, tal como ocurrió con su lucha ante la quiebra de TDO. El establecimiento de un control de los trabajadores de esos subsidios de renovación y mantenimiento es la única garantía para evitar el desguace de las líneas. Apoyemos las iniciativas de lucha de los trabajadores de Ecotrans.