Ediciones Colihue

La patronal 'destituyente'

A finales del año pasado, los trabajadores de Ediciones Colihue se organizaron y lograron elegir un delegado. La patronal de Aurelio Narvaja, integrante de Carta Abierta, despidió casi en forma inmediata al delegado electo y a otros once trabajadores.

En su avanzada ‘destituyente’ contra la organización de los trabajadores, el patrón de Carta Abierta desacató la conciliación obligatoria, que había fallado a favor de la reincorporación de los despedidos. El ministerio “K”, de todos modos, miró para otro lado.

Como resultado de este ataque, los trabajadores tomaron su lugar de trabajo, obligando por primera vez a la patronal a discutir. A pesar de las amenazas de desalojo, los trabajadores sostuvieron la medida en la sucursal de Díaz Vélez, ubicada en el barrio de Caballito, durante más de 96 horas.

Los trabajadores de Ediciones Colihue -que se dedica a la venta de materiales de la editorial- se encuentran encuadrados en Comercio. En las difíciles condiciones en que se desenvolvió el último tramo del conflicto, donde Narvaja encerró con llave a los despedidos y se instaló personalmente en el lugar para quebrar la lucha, la dirección del sindicato brilló por su ausencia y no hizo nada para torcer la impunidad con la que se manejó este personaje, aliado del poder político.

El viernes 28, luego de un durísimo mes y medio de conflicto, la empresa consiguió levantarlo, a cambio (y sólo de palabra) de una reunión para el 8/2, para discutir individualmente las indemnizaciones de los doce compañeros.

El conflicto dejó a las claras cómo actúa una patronal “nacional y popular”, de lazos aceitados con el gobierno, cuando los trabajadores se ponen en pie y defienden su derecho a organizarse.