Sindicales

10/8/2006|958

Editorial Perfil: Los trabajadores abrieron una nueva etapa

de La Naranja de Prensa

Luego de siete semanas de protesta, los trabajadores de la editorial y el diario Perfil acordaron con la empresa un aumento salarial del 5% (con un mínimo de 100 pesos para los salarios inferiores a 1.300 pesos) y 44 pesos de tickets, todo retroactivo a julio.


Sumado este incremento al doce por ciento obtenido en enero pasado, el salario mínimo subió en menos de un año de 900 pesos (en mano, entre efectivo y tickets) a 1.165 pesos, lo que implica un aumento para la categoría inicial del 29% y de un 19/20% para los trabajadores de más ingresos.


Además, la empresa aceptó aumentar el pago en concepto de guardería de 250 a 350 pesos. El acuerdo vence en diciembre de este año y no incluye cláusula de paz social. Para el resto de los 14 puntos del petitorio que se presentara oportunamente (que incluye un mínimo de 1.800 pesos, el aumento de la antigüedad y el respeto a la jornada legal de 36 horas), se abriría una mediación del Ministerio de Trabajo.


El planteo gremial comenzó el 7 de junio, Día del Periodista (que Perfil no reconoce como día del gremio). Una asamblea de más de 300 trabajadores votó el petitorio de los 14 puntos. Frente al reclamo, la empresa (que días antes habían anticipado que no habría aumentos) contraofertó un 5% para todos. Nuevas asambleas hicieron elevar la posición "oficial”.


A partir de ese momento, la empresa se mostró inflexible y militó activamente para quebrar el conflicto. Utilizó diez páginas en dos ediciones consecutivas del diario (que aparece sólo los domingos) para atacar a los trabajadores. Desde ellas, Jorge Lanata atacó al Estatuto del Periodista. La empresa montó, además, un retiro voluntario para los periodistas del diario (en el que sólo se anotaron cuatro trabajadores).


El acuerdo deja pendientes muchas de las reivindicaciones planteadas; pero la patronal no logró quebrar la unidad de los trabajadores ni golpear a la organización gremial.


Perfil se encuentra en una etapa de expansión, cuya clave es la reorganización de la empresa sobre la base del alargamiento de la jornada laboral y salarios a la baja. Las siete semanas de conflicto ponen en jaque este proyecto.