Sindicales

17/5/1993|391

El 19, paro y movilización

El 19 de mayo se realizará en Córdoba un paro y una marcha de trabajadores de distintos gremios estatales. La jornada va a unificar a gremios que están en conflicto en este momento; es una oportunidad para que los trabajdores golpeen juntos contra el gobierno provincial, que ha llevado el salario a sus más bajos niveles, que pretende trasladar, jubilar y “retirar voluntariamente” a miles de empleados públicos, esto a la par que liquida convenios y conquistas laborales como resultado del proceso de “privatización” del servicio de energía eléctrica, de agua y del banco provincial; que piensa liquidar las cajas provinciales de jubilación, y que ha llevado la educación y la salud a la ruina.


La jornada fue convocada originalmente por el Sindicato de Empleados Públicos, pero luego se sumaron los docentes, los judiciales y los de DIPAS (obras sanitarias) y aún sería posible que se sumen otros gremios como bancarios o Luz y Fuerza.


La burocracia que convoca a la marcha del 19 no tiene prevista una lucha a fondo contra el gobierno. Hasta ahora ha propiciado “planes de lucha” que se circunscriben a acciones aisladas (una por mes), parciales (paros zonales), o limitadas por la injerencia oficial (conciliación obligatoria en Judiciales). Estas acciones han recibido duras críticas de los trabajadores, no sólo en el comentario cotidiano sino también en las asambleas o reuniones sindicales. La burocracia tampoco ha establecido ningún programa concreto. Reclama una “recomposición salarial” o un “salario digno”, sin concretar, adelantando su disposición a agarrar “lo que le tiren”. Tampoco reclama el cese de los traslados o de “los retiros voluntarios”, apenas discutir la reubicación del personal desplazado. A las pretensiones gubernamentales de cambiar los convenios “opone” sus propios planes de restructuración de empresas. La política de la burocracia ha fracasado en toda la línea y ha dado paso a crecientes ataques patronales.


El paro y la movilización del 19 debe darse un programa de reivindicaciones: 600 pesos de salario básico, cese de los traslados y cesantías, no a las privatizaciones. A su vez, para darle a la lucha un carácter realmente de conjunto, habría que organizar un plenario provincial de delegados y activistas de base y preparar el paro provincial.