Sindicales

9/11/2017|1482

El 6, todos a Plaza de Mayo


En Prensa Obrera N° 1.481 publicamos la iniciativa de impulsar una movilización de sindicatos y organizaciones sociales por parte de la Coordinadora Sindical Clasista-Partido Obrero, votada en su Mesa Nacional, a partir de una campaña política nacional contra la reforma laboral, jubilatoria e impositiva, es decir contra la ofensiva capitalista en marcha contra los trabajadores. Nuestra campaña de clarificación política se dirige al conjunto del movimiento obrero, para ello nos dirigimos a todos los trabajadores con El Clasista y, próximamente, con un folleto explicativo y didáctico, punto a punto, de la reforma laboral en marcha.


 


La campaña de agitación política es insustituible para llevar la comprensión a todos los trabajadores y, especialmente, a la vanguardia obrera de activistas sobre el alcance de la ofensiva y el papel de la CGT, cuyo triunvirato viene tejiendo un pacto con Macri alrededor de una flexibilización aguda de la ley laboral y los convenios con la excusa de que eso dispararía las inversiones y el blanqueo laboral. La base de esta política es un aumento sustancial de la tasa de explotación de los trabajadores; un ataque a los jubilados de enorme magnitud, que financiará rebajas impositivas y de cargas sociales a las patronales, y un pacto con los gobernadores propios y del PJ, que viabilizará los impuestazos en las provincias y el pasaje por el Congreso de las reformas laboral, jubilatoria y tributaria. Un gran acuerdo contra la clase obrera, por parte de Cambiemos y las distintas alas del peronismo. Su primer acto ha sido la aprobación del Presupuesto de la provincia de Buenos Aires, con el voto de todos, a excepción del Frente de Izquierda y los Trabajadores.


 


Nuestra política


 


Nuestra política es dirigirnos a todos los sindicatos argentinos que serán sacudidos en sus bases y cuerpos de delegados por semejante ofensiva, impulsando asambleas y plenarios, pronunciamientos, discusiones programáticas y aún mesas redondas, motorizando el apoyo a cada lucha parcial y preparando al movimiento obrero para quebrar el pacto en marcha y, más tarde o más temprano, reunir la fuerza para irrumpir en la arena nacional a derrotar el ajuste.


 


En este marco realizamos una ronda de reuniones y contactos con CTA Autónoma (ATE, APM, etc.), Unión Ferroviaria de Oeste, Aceiteros Federación y Capital, Ademys, ATE Sur y distintos sectores del sindicalismo docente combativo y, al mismo tiempo, participamos en una reunión en la carpa de Pepsico impulsando la movilización. Por su parte, y sin participación alguna de nuestra parte, la CTA articuló la participación del trío de organizaciones de la “economía popular” que son parte de la Mesa de la Emergencia Social con el gobierno de Macri, un sector de fuerte vinculación con el Vaticano alrededor del eje de la contención social a la pobreza.


 


En ese marco giramos y publicamos una propuesta de programa de convocatoria a la movilización. El programa incluye la denuncia de los convenios flexibles de Vaca Muerta y Atilra (kirchnerista), a lo que habría que agregar el convenio del Estado por Productividad y Presentismo firmado en julio por UPCN y por ATE “en disconformidad” y, ahora, el pacto de la UOM (también kirchnerista) de Tierra del Fuego, congelando los salarios hasta el 2020 para financiar la promoción industrial del bolsillo de los trabajadores.


 


Hacia el 6 de diciembre


 


El martes 14 de noviembre, unos 50 dirigentes se reunieron para dar forma definitiva a la movilización, al programa, a su fecha y escenario, y al método de intervención en el movimiento obrero para llevarla adelante. La movilización será el 6 de diciembre de Congreso a Plaza de Mayo. Su eje es la lucha contra la reforma laboral, hay un programa básico de acuerdo que publicamos en estas páginas y culminará en un acto con oradores, lo que resulta fundamental para nosotros para que cada organización exprese su planteo político hacia el movimiento obrero.


 


La CTEP no ocultó su vinculación con el “nuevo obispado progresista” y puso su eje en la pobreza (léase asistencialismo), lo que rememora los planteos del Frenapo que otrora agrupara al degennarismo con el ARI de Carrió o al Concejo Consultivo de Duhalde en los tiempos del post Argentinazo. Los representantes de la CTA Autónoma, ya sin Micheli definitivamente, no formularon un planteo de este tipo aunque se mostraron en tándem con la CCC (Encuentro Popular) y proclives a los acuerdos con la CTEP que políticamente acaba de jugar con Randazzo, la financiada variante bonaerense del peronismo post cristinista. Los planteos de movilizar al Congreso y no a Plaza de Mayo, indicaron cierta orientación para favorecer la ley de emergencia alimentaria que prepara este sector, como continuidad de su política asistencial.


 


Los planteos de la izquierda


 


La izquierda no ahorró sorpresas. El “Pollo” Sobrero planteó hablar con la CGT, con la CTA Yasky, con todos los sectores, en función de que habría “debates internos” en sectores de la central obrera. Fue parte de una negativa cerrada a denunciar el pacto Macri-CGT y despreció el programa en debate “porque a la reforma laboral la derrotamos todos o no la derrota nadie”. Aceiteros fue también opuesto a cualquier “agravio” a la CGT, pero marcó que no hay nada que hacer hoy atrás de ellos. El PTS, a través de distintos representantes planteó otra idea sorprendente: que la CGT -que negocia la ley punto a punto- se ponga a la cabeza del movimiento obrero contra la reforma. Izquierda Socialista reivindicó sin ambigüedades la movilización a Plaza de Mayo por el programa propuesto.


 


El debate del papel de la CGT es ciertamente crucial, recordemos también que el trío CTEP-CCC-Barrios de Pie, es la “pata social” del “diálogo” Triaca-Triunvirato cegetista. Es decisivo porque las distintas alas del PJ se apoyan en la burocracia sindical peronista: “nada que rechacen los sindicatos será aprobado”, lo que en buen romance significa que aquello que aprueben pasa, porque los “aprobaron los sindicatos de Perón”.


 


En resumen, los acuerdos de movilización alcanzados tienen el valor de colocar una referencia de lucha, mientras la CGT entrega al movimiento obrero. Pero servirá en la medida que pueda contribuir a una perspectiva política independiente en el movimiento obrero que se irá dirimiendo en la arena de lucha de clases, paro a paro, lucha por lucha, plenario por plenario. Así lo expresaron todos nuestros oradores en la reunión: Romina Del Plá, Alejandro Crespo, Ileana Celotto, Víctor Grosi, Antonio Roselló, Mario Diamonte y María “Tango” (Polo Obrero). AGD-UBA ya tiene mandato resuelto en asamblea general, el Sutna inicia el debate en todo el gremio, lo mismo el Sitraic y así en todas las organizaciones sindicales que integramos.


 


Hacia una gran movilización nacional


 


La movilización tendrá carácter nacional, lo que abre de inmediato la deliberación, en todo el país, entre las fuerzas que pueden expresar el movimiento en cada localidad. El paro del Inti, de Fabricaciones Militares, el paro judicial y distintos plenarios ya realizados como el de Astilleros (que se movilizará), al igual que el paro docente del 7 de noviembre de los Suteba Combativos, Aten, Amsafe y Adosac, muestran el enorme potencial de esta convocatoria.


Nuestra política es muy clara. Quebrar el gran acuerdo nacional post electoral en marcha, preparar al movimiento obrero para hacer saltar por el aire el pacto Macri-CGT y trabajar asambleas y plenarios en el rumbo de un Congreso de Bases del Movimiento Obrero para abrir una salida obrera a la crisis, contra la ofensiva antiobrera. El programa de reivindicaciones aprobado es agudo, lo trabajaremos en el movimiento obrero y nuestros oradores de la CSC y del Polo Obrero lo expresarán así en el acto final.