Sindicales

27/7/1994|424

El 99% se quedó en la estatal

Los lectores de Prensa Obrera no necesitaban conocer las cifras de afiliaciones al nuevo régimen jubilatorio para suponer que el 99% de los obreros industriales optaron por el sistema estatal. En efecto, según El Cronista (26-7) así lo hizo “más del 50%” de un total “de más de 3.400.000 personas”. Si a esto se agrega otro millón de “indecisos” que en realidad no son tales, sino trabajadores a quienes la ANSeS no les dio el número de CUIL y fueron transferidos al Nación, tenemos más de 4.400.000 trabajadores que les dieron las espaldas a los estafadores de la “jubilación privada”.


Pero, con todo, el dato más significativo es el siguiente: en el universo de las grandes empresas, consigna El Cronista, hubo “1.910.000 cupones con la letra R”. Esto es, en las grandes fábricas, allí donde se concentra el proletariado y los trabajadores organizados, la derrota de la “jubilación privada” fue total, a pesar de que quienes “organizan” a esos trabajadores, la burocracia, son comisionistas del régimen privado. Los datos señalan una descomunal derrota de la burocracia sindical que, en su gran mayoría, como José Rodríguez del Smata o Lorenzo Miguel de la UOM, cerró contratos y comisiones con las AFJP.


El alcance de la derrota de la burocracia es todavía mayor cuando se tiene en cuenta que las AFJP sindicales o con cometa sindical captaron menos de 100.000 afiliados. La AFJP San José del burócrata Luis Barrionuevo obtuvo 12.751 afiliaciones, cuando aspiraba a 120.000. AFJP Futura, del burócrata Oscar Lescano y José Rodríguez, apenas juntó 21.300 cuando pensaba juntar 100.000. La AFJP Activa de Clarin y el Banco Mercantil, que cerró comisiones con 40 burocracias, entre las cuales la UOM, Gráficos, Tabaco, obtuvo 59.000 afiliados, o sea que la burocracia en lugar de sumar, restó. La AFJP Claridad, del radical Angeloz, de Gerardo Martínez (UOCRA) y de West Ocampo (Sanidad), dice haber logrado 50.000 afiliados en estos sindicatos, pero más de la mitad se consiguieron con la amenaza de retirarles la obra social a los trabajadores que no se afiliaban. Aun así, con chantajes y amenazas, la burocracia sólo afilió al 5% del total de los trabajadores.


La batalla continúa


A partir de agosto, los aportes personales de los trabajadores que se afiliaron a las AFJP comenzarán a ser “invertidos” por los “expertos financieros” de las AFJP. Según un amplio informe publicado por La Nación y Clarín, (24/6), ese dinero va a ser colocado en plazos fijos bancarios y títulos nacionales. ¿Por qué? Porque la Bolsa está barranca abajo y los “expertos” tienen miedo que los quebrantos que puedan producirse terminen por desafiliar a los trabajadores de las AFJP. Como los “plazos fijos”, de todos modos, pueden ser prestados por los bancos para la compra de títulos y de acciones, los límites que establece la ley van a ser rápidamente violados en operaciones especulativas que podrían acabar con todo el “sistema” en poco tiempo.


Pero mientras las AFJP depositen el dinero en plazos fijos en los bancos y en adquirir títulos públicos al Estado, éste tendrá que endeudarse para cubrir la pérdida de ingresos por los aportes que se fueron a las AFJP. El gobierno ya anunció una necesidad de emisión de Letras por 2.000 millones de pesos, para lo cual deberá hacer subir las tasas de interés, lo que encarecerá la producción y el consumo.


En definitiva, se trata de un operativo parasitario que dificulta entender a los capitalistas de las AFJP y al gobierno cuando se enojan porque los acusamos de ladrones del salario y la jubilación de los trabajadores.