Sindicales

12/4/2007|987

El acto de los Sutebas combativos contra Sobisch, Filmus y Yasky

En Plaza de Mayo

Los Suteba combativos (General Sarmiento, Lomas de Zamora, La Plata, Marcos Paz y Las Heras) convocaron a marchar el lunes 9, en una columna de oposición a la burocracia de Ctera, bajo las consignas “No a la represión de Sobisch-Romero-Kirchner”, “Por el triunfo de los reclamos salariales de Neuquén, Salta y Santa Cruz”, “Por la autoconvocatoria nacional de los sindicatos y sectores opositores que luchan” y “Por un plan de lucha nacional”.


A la convocatoria se sumaron la AGD-UBA, Ademys, la Fuba y la mayoría de los partidos de izquierda.


La columna superó los 8.000 manifestantes y constituyó un claro polo de lucha contra el gobierno K y los gobiernos provinciales que reprimen y hambrean a los trabajadores, por la defensa de la lucha por el salario igual a la canasta familiar y por la expulsión de la burocracia de Yasky de Ctera.


La columna se fisonomizó, además, por sus cánticos combativos: “Que se vaya Sobisch, que se vayan todos, que no quede ni uno solo”; “Que vergüenza la Ctera, qué vergüenza CTA, esperaron que haya un muerto para un paro general”, y planteos de solidaridad con la lucha de los docentes de Neuquén, Salta y Santa Cruz. Los manifestantes reclamaron con sus cánticos la cárcel para los autores materiales y políticos de la muerte de Carlos Fuentealba, con Sobisch a la cabeza.


Marcharon a la Plaza de Mayo, donde se realizó un acto de denuncia del gobierno nacional y de la burocracia celeste, en el que se planteó la necesidad de unificar a todos los sectores sindicales combativos de la docencia en un Congreso Nacional de Bases que tome en sus manos el plan de lucha por el salario igual a la canasta familiar. La burocracia de Yasky sólo se movilizó a la Casa de Neuquén.


En ese acto se explicó a los casi 10.000 manifestantes (muchos de ellos docentes) que escucharon a los oradores en la Plaza de Mayo, el papel pérfido de Yasky y Ctera, que pretendieron que las marchas y las convocatorias centraran todas las responsabilidades en Sobisch y “en defensa de la democracia”. Así, además, lavaban sus culpas: Carlos Fuentealba fue asesinado en un piquete de una huelga por tiempo indeterminado que se desarrolla desde el 5 de marzo contra el salario de pobreza de Yasky-Filmus y sin que a la Ctera se le moviera un pelo.


Un sector de la izquierda, sin embargo, no se sumó o limitó la convocatoria. La CCC (que había comprometido su presencia) decidió marchar aparte y dejó a los Suteba azules y blancos a la deriva, en una postura intermedia entre Yasky y los sectores combativos. Se acercaron a la Plaza y se retiraron inmediatamente. Sin embargo, participaron en las discusiones para llegar a la iniciativa común, en las que exigieron para ello que no se realizara la denuncia de Kirchner y de Yasky en las consignas de la convocatoria común. Igual postura asumieron el FOS y el MST. El primero marchó con la burocracia (al terminar el acto central se sumó a la columna que fue hasta la Plaza de Mayo); el segundo participó del acto kirchnerista de Yasky con la presencia de sus candidatos Patricia Walsh y Héctor Bidonde, junto a Margarita Stolbizer (UCR), el funcionario Depetri, “Cromañón” Ibarra, Luis D’Elía y el banquero Heller, compañero de fórmula de Filmus.


La importante convocatoria de los gremios combativos fue un acierto y establece el desafío de convertir esta presencia masiva de docentes opositores en un fuerte reagrupamiento, y en la base para la convocatoria de un gran congreso de delegados con mandato (como los que ya realizan en la provincia de Buenos Aires) a escala nacional.