Sindicales
8/6/2006|949
El Bauen en el Congreso del Polo
Como trabajador no me cuesta mucho reconocer un espacio donde sobran argumentos para empezar con las primeras palabras de agradecimientos. Gracias a los organizadores en este Congreso del Polo Obrero, gracias a la cantidad enorme de mujeres que siguen siendo el bastión, el apoyo del trabajador.
El caso más significativo yo lo veo en las empresas recuperadas, como en el caso del Bauen. Cuando fuimos a ocupar ese hotel, allá por marzo de 2003, los trabajadores no estábamos acostumbrados a ocupar, a hacer la resistencia, a poner a producir un hotel con las características del Bauen, en un punto neurálgico de Buenos Aires. Y ahí llevamos una patriada demostrando cómo el trabajador, sin asistencia del capital, sólo con su esfuerzo, demuestra una capacidad de transparencia y de solidaridad. Porque eso estamos vislumbrando esta puesta en marcha de esta empresa.
Bauen no es una isla; es parte de las 200 empresas desparramadas por todo el país, sin olvidar el lugar en que se está llevando a cabo este Congreso (Sasetru), que fue fuente de 6.000 puestos de laburo arrasados por estos monopolios. Y el único que puede revertir esa situación es el trabajador. Ningún partido político muestra la capacidad, un espíritu de querer revertir una actitud negativa. Los trabajadores de las empresas recuperadas estamos diciendo: compañeros, no hay otra forma de conseguir laburo. Fuimos demostrando que teníamos una capacidad de generar puestos de trabajo, de generar un sueldo para nuestras familias, un sustento para que nuestros hijos puedan tener una cobertura: éramos 40 hace un año y medio; hoy somos 150.
Entonces, nosotros, al Bauen también le queremos cambiar el perfil, que no sólo sea una fuente de laburo, sino que además sea un espacio para gritar desde allí, a los cuatro vientos, que hay otra posibilidad no sólo de un laburante distinto, sino de otra dirigencia que tanto le hace falta al país.
Compañeros, el agradecimiento y el éxito en este Congreso: Bauen hoy es de todos. Atendido por sus propios dueños, y así los esperamos a cada uno.