Sindicales

10/6/2020

El “Black out” en Siderca es la antesala de despidos y mayor flexibilización

Por un plenario de delegados para poner en estado de alerta y movilización a toda la seccional de la UOM.

agrupación El Mandril, en Agrupaciones Metalúrgicas de la Coordinadora Sindical Clasista

Siderca, el gigante siderúrgico de tubos sin costura, se ha convertido junto con las otras grandes metalúrgicas (Aluar y Acindar) en la nave insignia de la aplicación de hecho de la reforma laboral. En este sentido podemos contabilizar despidos, suspensiones, sobrecarga de tareas, y ahora la amenaza de pagar el aguinaldo en cuotas.


El régimen de suspensiones se ha instalado en Siderca desde 2014 y fue tomando carácter rotativo en algunos sectores. Esto, lejos de evitar la destrucción de puestos de trabajo, preparó el terreno para cientos de despidos que se dieron de modo encubierto mediante la finalización de los “contratos” del personal contratado y tercerizado. Es el caso reciente de Ferrúa, o de los trabajadores/as de maestranza de Cema. También hubo despidos de personal de planta en febrero, que contabilizaron 191 de distintos sectores, sin olvidar que el método de despidos por goteo u hormiga nunca se detuvo, con el ejemplo fresco de las desvinculaciones en Premium. Esto genera un achicamiento en los grupos de trabajo, lo que implica una sobrecarga de tareas per cápita para quienes no fueron afectados por las suspensiones.


El anunciado “Black out” (apagón) y el plan de “redimensionamiento” internacional del holding, no son más que eufemismos para perpetuar este régimen de suspensiones con rebaja salarial y de flexibilización extrema. Tenaris encontró en la crisis de la pandemia el escenario ideal para llevarlo adelante, buscando aumentar sus ganancias sobre una mayor explotación de los trabajadores metalúrgicos. Las maniobras para quebrar la cuarentena fueron también ataques para imponer esta reforma laboral de hecho.


Responsabilidad de las direcciones sindicales


La ofensiva de los industriales tiene como partícipe necesario a la dirección de la UOM. Antonio Caló no solo firmó el acuerdo CGT-UIA-gobierno que establece recorte salarial del 25% para los trabajadores suspendidos y el acuerdo con las cámaras patronales por suspensiones al 86% del neto, sino que previamente pactó una rebaja mayor para las plantas de Techint, Aluar y Acindar. Estas entregas inconsultas generaron un enorme rechazo en la base del gremio.


Todos estos acuerdos terminan redondeando un jugoso “premio” a las empresas, a su vez beneficiadas con las rebajas en los aportes patronales y los subsidios de la Anses para pagar salarios. Tanto es así que Techint desistirá de esta “ayuda ” para disponer libremente de sus ganancias para recomprar bonos de sus acciones, comprar otras empresas o girar capitales al exterior. Es evidente que tras años de ganancias exorbitantes tiene la espalda económica para afrontar la totalidad de los salarios, de lo que se desprende la necesidad abrir las cuentas al control de una comisión electa por los trabajadores, para conocer la verdadera dimensión de la renta de las empresas mientras recortan los salarios.


Organicémonos para enfrentar las suspensiones y los despidos


El cuadro plantea que los metalúrgicos de Siderca debemos ponernos en alerta. El “apagón” no es otra cosa que la antesala de una nueva ola de despidos, que apunta a golpear en principio al sector de contratados pero que puede extenderse a los de planta. Está en juego la integridad del convenio colectivo, con el visto bueno de la CGT.


Desvinculaciones como las de Ferrúa han merecido por parte de la dirección de UOM local apenas una respuesta muy limitada, con un semicorte en entrada de camiones que aisló el conflicto, dando lugar a que la patronal desconociera la conciliación obligatoria y avanzara con su objetivo. Frente a los despedidos de la planta principal de Siderca, los de Cema, trabajadores de limpieza industrial, no se tomó ninguna acción de lucha. El avance de los despidos de los contratados debilita la fuerza del conjunto de los trabajadores de Siderca y por eso prepara los despidos de planta.


Cada despido debe ser enfrentado, ya sea efectivo, contratista o contratados, todos somos UOM, todos somos compañeros. Es necesario que el conjunto de los obreros de Siderca tomemos parte, hagamos valer nuestra posición a través asambleas de base. Tengamos en cuenta que en luchas importantes se obtuvieron resultados positivos, como la de los mineros de Andacollo, la del Sutna, Bed Time, Textilana, la del Inti y también en sectores de UOM. Ese es el camino.


Hay ejemplos de organización y lucha en metalúrgicos, tomemos el ejemplo y avancemos con asambleas y plenarios de delegados, para ponernos en estado de alerta y movilización frente a posibles despidos masivos. Todo acuerdo debe pasar por la aprobación o rechazo de los trabajadores. Basta de suspensiones y despidos encubiertos, por el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario. Apertura inmediata de la paritaria. Pase a planta permanente de todos los trabajadores contratados. Comités de seguridad e higiene electos por los trabajadores, que verifiquen el cumplimiento de las medidas sanitarias, la esencialidad de las tareas y reelaboren los protocolos, con poder de parar la producción cuando exista riesgo. Por la apertura de los libros al control de los trabajadores.