Sindicales
3/12/1998|610
El callejón sin salida de Ctera
Un veto inconstitucional y más IVA contra los trabajadores
La ley de incentivo docente terminó como lo previmos. El veto de Menem a la garantía de un Fondo de 700 millones de pesos y a la retroactividad de los aumentos sólo deja en pie la obligación de Ctera de discutir la pretensión del gobierno de acabar con el Estatuto Docente. La dirección de Ctera siempre supo que esto terminaría así; los antecedentes de los vetos parciales son numerosos y todos reúnen la misma característica de perfidia. Hace solamente tres meses, la Corte Suprema de los Estados Unidos declaró inconstitucional una disposición del congreso norteamericano que autorizaba al Ejecutivo a vetar en forma parcial las leyes presupuestarias. Pero no es precisamente este ejemplo el que los yanquis recomiendan seguir en Argentina.
La socia de Ctera, la ministra Decibe, ahora quiere la generalización del IVA para asegurar esos 700 millones; tendríamos entonces dos nuevos impuestos al consumo — el de los automotores y esta generalización—. Los trabajadores deberán pagar más por la salud, la educación, los espectáculos y la TV por cable.
Ocurre que esta generalización del IVA es un proyecto que viene de antes y cuyo objetivo era achicar el déficit fiscal que provocan la crisis económica y la necesidad de pagar la deuda externa. Es decir que los docentes van a servir como pretexto para imponer un propósito más general reclamado por el FMI. Semejante ataque se plantea cuando, según los diarios, el sistema hospitalario estatal bonaerense tuvo que declararse en emergencia debido a la cantidad de personas desocupadas que no tienen atención médica.
La burocracia de Ctera le hizo el juego al gobierno en su intención de llegar al fin del año escolar sin una huelga general. No es la primera vez que hace esto. Tampoco será la última. El año que viene alegará, contra un planteo de huelga general, la necesidad de preservar el año electoral y el supuesto triunfo de los opositores. Pero estos opositores acaban de enfrentar un paro docente en la Capital por haber confeccionado un presupuesto para el ‘99 que establece una reducción relativa de la partida destinada a la educación!
El descomunal fracaso de la dirección de Ctera, al extremo de que fue incapaz de aprovechar el enorme apoyo que le brindó la opinión pública durante el año, exige que presente su renuncia y que se convoque a un congreso extraordinario de delegados elegidos para ello, que organice un plan de lucha y elija una dirección consecuente.