Sindicales

3/5/2007|990

El Centro Oncológico en pie de lucha

La Plata tiene su Hospital Francés

El Centro Oncológico de Excelencia (COE), como indica su nombre, fue en su época próspera un centro de atención de pacientes con cáncer de todo el país, y también una escuela de formación y perfeccionamiento de profesionales. Hoy se encuentra vaciado. Los distintos Consejos de Gestión lo han ido desmantelando y sólo funcionan los servicios de diálisis y urología.


Está abierto todos los días porque sus trabajadores no se resignan a verlo morir; son ellos los que mantienen en pie lo poco que queda de la institución y avivan la llama de su reactivación.


Desde hace casi dos años vienen luchando por evitar lo que ahora es inminente: el cierre. Han realizado movilizaciones, cortes, tomas del edificio.


El COE pertenece a la Fundación Mainetti. Es administrado por un Consejo de Gestión, conformado por siete miembros, entre los que hay un representante del Ministerio de Salud y otro del Municipio. El gobierno es responsable y partícipe del vaciamiento. Los subsidios que en el pasado dio el Estado fueron usados, con su complicidad, para pagar las deudas contraídas con empresarios, o se esfumaron en los bolsillos de los consejeros. Hoy, ya próxima la quiebra, los principales acreedores son los trabajadores, a quienes se les adeudan unos siete millones de pesos en salarios.


Los sectores que hacían su negocio en el COE ya han colocado sus fichas en otro lado; los 170 trabajadores que aún están allí son los verdaderos interesados en su reapertura. El vaciamiento contó con la complicidad de los delegados de ATE y ATSA (esta última integra el Consejo de Administración y ofició como correa de transmisión de la patronal para desviar la lucha).


Los proyectos en danza


El capítulo final de este desfalco fue el desembarco de Lorenzo, un empresario local amigo del gobierno de Solá, a quien se le otorgó el gerenciamiento del COE. En su gestión se han profundizado el vaciamiento y la deuda salarial, con pagos a cuentagotas. El atraso acumulado es ya de cuatro meses. Lorenzo habla de la inminente creación de un fideicomiso con el aval oficial que, dice, destrabaría la actual situación del Centro. Pero no hay ninguna certidumbre al respecto. Los compañeros del COE no saben qué va pasar con la deuda salarial, ni con los puestos de trabajo ni con el régimen laboral, ni cuál es el plan para reconstruir este centro de atención. Lo único cierto hasta el momento es que las negociaciones han sido secretas.


Una propuesta de los trabajadores


Frente a este cuadro, cobra especial importancia el reclamo de la provincialización del COE. Que el Estado se haga cargo de su reactivación, integrándolo a la red de hospitales públicos. En una ciudad donde la población debe esperar meses para obtener un turno para una intervención quirúrgica o cualquier otra práctica, y que recibe pacientes de toda la provincia, es innegable la necesidad de un centro de atención para los enfermos de cáncer.


Contra lo que sostienen los funcionarios, en lugar de aumentar los costos, la presencia del COE va a permitir hacer las mismas prestaciones (que hoy se tercerizan y se derivan a clínicas privadas) a precios más bajos y con mejor calidad. La continuidad del COE representaría un ahorro, poniendo fin al gran negocio en torno a la tercerización del servicio.


El terreno y el edificio pertenecen al Estado. No habría que desembolsar un peso, que es la excusa en la que se refugian usualmente las autoridades de turno cada vez que los trabajadores reclaman una expropiación. Los compañeros del COE, asimismo, son los principales acreedores del Centro, como resultado de toda la deuda salarial acumulada.


Hay que aprovechar esta circunstancia y forzar al Estado a hacerse cargo.


Están maduras las condiciones para una campaña por la defensa y provincializacion del COE.


Los compañeros han dado importantes pasos en esta dirección, a través de una campaña que incluye cortes, movilizaciones y recorridas por facultades, dependencias del Estado y lugares de trabajo, difundiendo su conflicto. Esto ha permitido que la causa del COE se haya transformado en una causa popular en la ciudad.


Juntamente con ello, los compañeros han elegido una mesa de los trabajadores en lucha, que ha asumido la representación del personal ante la evidencia de que los delegados existentes son contrarios a sus intereses. La excepción es el delegado de la tarde, que viene acompañando la lucha en curso.