El llamamiento al V Confederal de la Central de Trabajadores Argentinos Autónoma, lejos de ser una convocatoria al desenvolvimiento de un plan de lucha concreto, fue un recurso ante el proceso de disolución que atraviesa. Sesionó el mismo día que el congreso se reunía para votar los proyectos de ley de emergencia ocupacional.

Este proceso de disolución es producto de la lucha faccional que tiene como protagonistas al deggenarismo y al michelismo. Esta interna, donde se cuela agazapado el kirchnerismo, ha paralizado a la central en momentos decisivos para el movimiento obrero, que sufre la descarga de la crisis capitalista sobre sus espaldas. Las divisiones políticas, en función de proyectos que nada tienen que ver con construir una herramienta clasista y combativa de reagrupamiento para enfrentar a las patronales y los gobiernos, han reducido la central a una disputa por la caja. La Verde pegó el faltazo al Confederal. Mendoza y Tierra del Fuego.

Entre las representaciones sindicales que se nombraron para formar la mesa que presidía el Confederal, se votó al Secretario General de la CTA de Mendoza, Polo Martínez Agüero y el Secretario General de la CTA de Tierra del Fuego, Horacio Catena, por representar a dos provincias combativas. Desde Tierra del Fuego venía el reclamo de que el Confederal se pronunciara por el repudio a la decisión que tomó ATE en esa provincia, retirandose del acampe el mismo día que cinco dirigentes sindicales que conforman la mesa de unidad de trabajadores y jubilados fueguinos, fueran detenidos y golpeados por la policía local. El reclamo por los dirigentes fueguinos fue tomado por unanimidad en el Confederal, aunque no haya sido difundido oficialmente por la dirección. La CTA Mendoza llevaba el planteo de rechazo a la pelea faccional que atraviesa la central, e insistimos en una de las propuestas que desde hace tiempo venimos trabajando en la provincia, el llamado a un congreso de delegados de base de todo el país para votar un plan de lucha y avanzar en la construcción de un paro nacional, y una salida a la crisis.

Sobre este planteo ha orientado su acción la CTA de Mendoza, que ha realizado desde hace dos años asambleas abiertas de delegados y trabajadores para reagrupar a los que luchan para enfrentar la política de ajuste, y es sobre esa base que ahora formamos parte de la Intersindical que agrupa a las dos CTA y la CGT; ésta ha desenvuelto plenarios provinciales de delegados, votado paros provinciales, marchas, caravanazos y acampes contra el tarifazo, el cierre de paritarias por decreto, los techos salariales y por la reapertura de paritarias para el segundo semestre del año. Finalmente, se resolvió por unanimidad convocar a un Congreso Nacional Ordinario y Extraordinario de la CTA-A el segundo semestre del corriente año y el llamado a un paro nacional.