El sábado 1º de junio se reunió el Congreso de Delegados de la Asociación de Docentes de la Universidad de Buenos Aires, integrada a la Conadu.

El Congreso adoptó una importante resolución: rechazó la apertura de paritarias locales y revocó una lista de delegados a la paritaria de la UBA que había sido elevada a la dirección de la Conadu por el Secretario General, desconociendo la resolución de un Congreso anterior de Aduba (febrero), contra la opinión de la mayoría de la Mesa Ejecutiva.

La cuestión de las paritarias ha dividido aguas en Aduba. La lista que ganó el sindicato y dirige la Conadu había aceptado el decreto de paritarias por Universidad, pero prometiendo que plantearía el mismo pliego en todas las asociaciones de base.

Sin embargo, en la primera reunión de la paritaria nacional (diciembre de 1995), suscribió con los rectores del CIN un acta de ‘paz social’ que derivaba a las paritarias por Universidad la discusión de las condiciones laborales y salariales.

La denuncia que realizó el Frente de Recuperación Gremial en Aduba y el Frente Gremial Docente en el orden nacional, abrió un debate que impidió que el acta pasara inadvertida, y en Aduba produjo un realineamiento de fuerzas al interior del oficialismo —Ptp, Pc, independientes y Frepaso.

En febrero pasado, el Congreso rechazó esa acta y mandató a los delegados para defender la paritaria centralizada. En Conadu, el secretario general de Aduba desconoció, sin embargo, ese mandato. Cuando semanas después volvió a ser mandatado para reclamar un congreso a la dirección de la Conadu, para reabrir el debate sobre las paritarias, lo ignoró de nuevo. Fue esa situación la que llevó a que los delegados de numerosas facultades, electos por esta lista, reclamaran, junto a los del Frente de Recuperación Gremial, un nuevo Congreso de Aduba.

La resolución adoptada pretende reabrir el debate en la propia Conadu, para revertir la política de la dirección, que lleva al gremio a su desintegración.

En Conadu y Aduba, los sectores vinculados a la conducción del Cta pretenden reiterar el desastre que el marisanchismo hizo en la Ctera, hoy fragmentada en sindicatos provinciales, sin convenio nacional ni salario unificado. Este hecho estuvo presente en las intervenciones de los delegados, así como la denuncia de que la política salarial y presupuestaria del gobierno está vinculada a la aplicación de la Ley de Educación Superior del Banco Mundial. Al poner a los rectores como parte patronal y establecer paritarias por Universidad, el gobierno pretende ganar a los docentes para impulsar la mercantilización de las universidades, para generar ganancias que permitan aumentar los salarios.

El Congreso de Aduba reafirmó que el rechazo a las paritarias por Universidad se inscribe en la lucha contra la Ley de Educación Superior y por aumento del presupuesto, para permitir realizar el reclamo nacional de un nomenclador único, con salario equivalente a media canasta familiar para el cargo testigo, el financiamiento apropiado de las obras sociales universitarias y el funcionamiento normal de las universidades nacionales.