En las últimas semanas se han desarrollado una serie de graves ataques a los trabajadores del Indec, que colocan en el primer plano la necesidad de señalar que el gobierno nacional avanza en una profunda reestructuración del instituto, tras desguazarlo a través de cuatro años de intervención.

Se encuentra en marcha un proceso profundo de reestructuración del instituto, con la tercerización de servicios que le eran propios, flexibilización de las condiciones de trabajo de sus empleados, polifunción, achicamiento de la planta.

Hay una avanzada para flexibilizar las condiciones de trabajo de todo el plantel de encuestadores, incluso la amenaza a su estabilidad laboral, como la jubilación compulsiva.

La directiva de ATE tiene una enorme responsabilidad por el estado de indefensión en el que se encuentran los trabajadores del instituto.

El martes 7, más de 60 compañeros, muchos de ellos que no participan habitualmente, debatieron cómo ponerle un freno a estos nuevos ataques, en una asamblea en el edificio de Carlos Calvo.

• Basta de atropellos: restitución de oficinas y funciones de los compañeros desplazados. Sanción a los responsables de la destrucción de efectos personales.

• No a la jubilación compulsiva de compañeros, por una prórroga de sus servicios en el instituto.

• No a las jubilaciones de miseria, 82% móvil.

• No a la “flexibilización” de las condiciones de trabajo de los encuestadores.

• Reparto equitativo del millonario presupuesto mensual de horas censales, que se cubra el costo de la canasta familiar de todos los trabajadores, integración de las mismas al salario.

• Pase a la 48 de todos los contratados por terceras instituciones, reconocimiento de los plus de planta para la transitoria y 48.

• Reincorporación de Facundo Lahitte, por su derecho a ingresar al instituto para participar de las asambleas de trabajadores.