Sindicales

14/11/2017

El gobierno pretende transformar a todos los gremios en la Uocra

Reforma laboral e indemnizaciones

Comisión Directiva del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción


El abaratamiento de las indemnizaciones fue siempre una de las máximas aspiraciones de las patronales argentinas. Una estrategia de cómo reducirlas se comenzó  a delinear en 1967, en plena dictadura de Juan Carlos Onganía,  La Uocra, en ese entonces  conducida por Rogelio Coria, era  parte de un núcleo de direcciones sindicales denominadas "participacionistas", que eran los más cercanos a la dictadura.


 


Coria negoció con el gobierno militar en nombre de su gremio, al que no consultó, el fondo de cese laboral que fue el  fin de la indemnización que preveía la ley de despido para los trabajadores de la construcción.  


 


Desde el ´67 hasta  julio del ´80 rigió la llamada ley Coria, y fue otra dictadura, la de Jorge Rafael Videla, con un milico -Horacio Tomas Liendo- como ministro de Trabajo la que, partiendo de la entregada de Coria, dio nacimiento a la ley  22250, que profundizó el carácter antiobrero de la anterior. 


 


Aún muerto Coria a manos del ERP en el ´74, la llamada “Ley Coria”  siguió vigente  a  través de la 22250  Esta estableció la  eliminación de: 1) el preaviso, 2) la inclusión del aguinaldo al monto indemnizatorio, 3) y la de  las horas extras en la liquidación final, dejando establecido sólo el cobro paupérrimo del presentismo.


 


El achique en las indemnizaciones de los trabajadores de la construcción, con el llamado Fondo de Cese Laboral, es una enorme ventaja económica para las patronales pues las mismas aportan para ese fondo un 12% de los salarios percibidos el primer año y un 8% los años subsiguientes.


 


Haciendo un cálculo grueso, lo que percibe un obrero de la construcción con 10 años de antigüedad es, en promedio, alrededor del 40% de la indemnización que le corresponde a un trabajador de la UOM que hoy se rige por la Ley de Contrato de Trabajo.


 


El proyecto de reforma laboral que el gobierno presentó la semana pasada y que ahora discute con la burocracia,  quiere que, desde el año próximo, el modelo  que  ya se aplica en el sector de la construcción  pase a ser la regla en el sistema laboral argentino.


 


Recientemente, el titular de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss, que se ha transformado en el principal defensor del proyecto de Macri, declaró: "el fondo se implementó en nuestra actividad hace más de cuatro décadas y es algo que se puede trasladar al resto de los sectores. Con este sistema va a costar menos despedir a alguien, ya que los empleadores irán pagando las indemnizaciones mensualmente, conformando un fondo a tal fin”.


 


“Ese fondo -añadió- se actualiza cada mes por la evolución de la UVA  lo que en la práctica representa una forma de abonarlo en cuotas. Llegado el final del vínculo, ese dinero se pone a disposición del empleado y resta poco por pagar" (El Cronista, 10/11)


 


Los bolsones de López


 


Las declaraciones de la Cámara de la Construcción vienen de una cámara patronal  donde la distancia entre el precio del metro cuadrado de construcción y el salario de los obreros que lo construyen es abismal.


 


El convenio de la Uocra, pactado con esa Cámara,  es una de las naves  insignia de la flexibilización laboral en la Argentina, es la nave insignia de la precarización laboral, registra el índice más alto de  trabajo en negro y de fraude laboral  y, para defender todo esto, se ha creado un sistema de mafias hoy ya fuera de control para las propias patronales que los alimentaron.


 


Pero lo más grave es que, aunque José López hoy esté preso por cargar bolsos con millones de dólares, nada se ha dicho de que la casi totalidad de esos fondos vinieron de la sobrefacturación de la obra pública, una estafa que se hacía a través de la Secretaría de Planeamiento, con la complicidad del gremio y de los integrantes de la Cámara de la Construcción, quienes fueron los principales beneficiarios de esa enorme estafa al pueblo argentino.


 


Los trabajadores de la construcción repudiamos los intentos de reforma laboral, defendemos el criterio histórico de las indemnizaciones y venimos denunciando sistemáticamente a estos empresarios cómplices con el kirchnerismo de la masacre laboral y que ahora se ponen la camiseta del macrismo para seguir con los mismos métodos negreros que tienen desde la dictadura militar  y más allá.