La enorme victoria que obtuvieron los obreros de Tabacal el año pasado, no es un episodio olvidado. Ni para los obreros, ni para su patronal, la Seaboard Corporation.

Las asambleas llamadas por el sindicato (STA) están demostrando una gran predisposición de combate por parte de las bases. En ellas, se decidió nuevamente denunciar el trabajo tercerizado, que redunda en la demora de la incorporación de los obreros temporarios y en algunos caso hasta en su reemplazo. Además, se ha establecido un pliego de reivindicaciones sobre las condiciones de trabajo, que hasta ahora no se resuelven, sobre todo para los trabajadores del campo. A la par de ello y como parte del Bloque Azucarero (ver nota aparte), el STA ya ha fijado exigir un aumento salarial del 60 por ciento para las próximas paritarias; lo que llevaría a 8 mil pesos la categoría mínima. La dilación del Ministerio de Trabajo para abrir las discusiones paritarias del sector, cuando el acuerdo arrancado el año pasado venció en abril pasado, azuza las tendencias combativas.

En este marco, Claudio Colque, secretario adjunto del STA declaró ante los medios que "vamos a enfrentar a dos patrones, uno es el Tabacal para lograr un amento igual a la canasta familiar, y el otro será el gobierno que nos descuenta el impuesto a las ganancias". Y agregó: "Por eso somos muy serios con nuestros compañeros al decir que estamos en pie de guerra".

La patronal de Tabacal también ha acusado recibo de la fuerza de los obreros. El último pliego obrero presentado por el STA y votado en asamblea, fue rechazado en la mayoría de los puntos. Además, un plan de viviendas armado por la patronal pasa directamente por fuera del sindicato, y la empresa determina quién puede acceder y quién no. Esto, para que los obreros no puedan intervenir y fijar los términos de ese plan, a la vez que se quiere desconocer a su representación gremial. Hay que integrar a la próxima discusión paritaria la cuestión de viviendas para los trabajadores bajo control de éstos y de sus organizaciones.

Con el inminente comienzo de la zafra, las asambleas obreras deben desarrollarse en los lugares de trabajo, para integrar a todos los obreros en la deliberación y la preparación de la lucha que se viene. Lo mismo para la difusión entre la población y las organizaciones populares, porque la vida de todo un pueblo trabajador gira en torno del ingenio.