Sindicales

12/9/2002|771

El Mercante: Los trabajadores por el control del hospital

El Mercante es el hospital más importante en una vastísima zona que abarca a los populosos distritos de José C. Paz, Malvinas Argentinas y San Miguel. Además, es el único que permanece realmente público y gratuito. Los demás lugares de atención, desde salitas a hospitales, están arancelados. El caso más emblemático es el municipio de Malvinas Argentinas, del matón Cariglino, donde el gerenciamiento de la salud le reporta a la mafia del PJ gobernante varios millones de dólares de ganancias anuales. Esto, al margen de otros negocios, como el tráfico de bebés, tal cual fue denunciado recientemenete en el programa Punto.doc.


Desde luego, el carácter público y gratuito del Mercante es consecuencia de la histórica y constante lucha de los trabajadores del hospital en defensa de la salud pública y de los derechos laborales, encabezada por la combativa Comisión Interna de Ate.


Un grano para Duhalde-Solá. Un grano para Ishii


Las autoridades provinciales, desde la época de Duhalde, han intentado promover el arancelamiento del hospital y destruir las condiciones laborales de los trabajadores – tanto profesionales como no profesionales. La dirección sindical del Mercante ha denunciado que se pretende desmantelar y desguazar el hospital, dejando en pie sólo las áreas rentables vía arancelamiento y copamiento privado, y el desplazamiento del personal estable por contratados o desocupados del plan Jefes y Jefas.


Esta política se impuso en San Miguel y en Malvinas por medio del atropello de las patotas del PJ y de las vacilaciones de las direcciones de la Cicop y del sindicato municipal de General Sarmiento. La ocupación del Hospital Larcade, en San Miguel, con más de 400 matones, fue dirigida personalmente por Rico. Avanzar en este sentido, implica imponer la “municipalización” del Mercante, un anhelo por partida doble de la gobernación y de las bandas del PJ de José C. Paz, hambrientas por el jugoso presupuesto del hospital.


En este camino, desde hace casi un año las mafias locales (encabezadas por Ishii, Pérez, De Nucci, intendentes, concejales, “asesores” del PJ que aparecen en las páginas tanto de política cuanto de policiales de los diarios locales) largaron una campaña pública para municipalizar el hospital. La premura de estos capo-mafia reside en el hecho de que el distrito que saquean está completamente quebrado.


En este contexto, en abril pasado, con el aval oficial de Solá, que designó un director municipal del Mercante, las bandas del PJ, más de trescientos patoteros armados y conducidos por el “asesor” De Nucci, intentaron copar el hospital a punta de pistola. La Comisión Interna, los trabajadores y médicos del hospital, y las organizaciones piqueteras de desocupados – entre ellas el Polo Obrero – , las asambleas populares de José C. Paz y sectores de la comunidad y de los pacientes, ocuparon transitoriamente el hospital y derrotaron al “director municipal”, un conocido capitalista de la salud, dueño, entre otras cosas, de una clínica privada de ojos en San Miguel. Luego de semanas de asambleas y de movilizaciones, la provincia tuvo que desplazarlo y colocar un interventor provincial.


Los trabajadores impusieron el criterio de que el nuevo director debía ser un médico del hospital. Esos médicos fueron elegidos democráticamente y hoy se está peleando por su reconocimiento y el desplazamiento del interventor de Solá. En la última semana de agosto, los directores electos tuvieron el reconocimiento parcial del interventor, que habilitó una oficina contigua a la suya para que funcionaran como tales, sin que deje aún de existir la intervención provincial.


Efectivamente, está en juego el control del hospital, y con ello, el destino de la salud de miles de trabajadores que cuentan con el Mercante para no morirse en la calle. Está en juego el control del presupuesto y de la caja chica del hospital (reserva para gastos cotidianos y por ingreso de obras sociales, etc.), que eliminaría el ahogo constante y sistemático de insumos básicos.


Se trata de una lucha de todos los trabajadores del distrito.


Un grano para la burocracia de De Gennaro


La burocracia de Ate General Sarmiento, dirigida por la burócrata Marta Reyes, abandonó al Mercante – la dependencia estatal más importante en su “jurisdicción” – a su completa y absoluta suerte. La burocracia de Ate está desesperada por sacarse de encima al enclave antiburocrático más importante de la región, centro de la conformación de todas las listas en su contra.


De la misma forma actuó la burocracia del sindicato municipal de General Sarmiento. Su dirección centro-izquierdista pasó de combativa a contemporizadora. Así, mientras Marta Reyes fue candidata del Ari, los dirigentes municipales se candidatearon con el cura Farinello.


La Comisión Interna antiburocrática de Ate del Mercante, con su lucha y su movilización, concitó el apoyo de las organizaciones obreras y populares del distrito, de las asambleas populares, y convirtió al hospital en un centro de lucha para todos los trabajadores, con foros y asambleas abiertas para defender al hospital. Este proceso creciente de solidaridad y de movilización junto al hospital, hizo retroceder un paso más a la intervención.


Está planteado construir alrededor de esta gran lucha en defensa del Mercante, que desde luego todavía sigue en la mira de las patotas, una gran interbarrial, y vincular la lucha del Mercante a la lucha de las fábricas y empresas en conflicto. Un paso importante en este sentido fue la participación de compañeras del hospital en el reciente Encuentro de Fábricas Ocupadas y en Lucha que se realizó en Grissinópoli el pasado 24 de agosto.


El movimiento obrero piquetero y el Polo Obrero apoyan con todo al piquetero Hospital Mercante, en su lucha por colocar al hospital bajo el control de los trabajadores.