Sindicales

5/1/2006|930

El “movimiento intersindical clasista”


En un plenario realizado en la Facultad de Ingeniería el pasado 10 de diciembre, un conjunto de dirigentes gremiales dejó constituido el Movimiento Intersindical Clasista (MIC), por iniciativa de ambos MST, el FOS y ambas Convergencia. No participaron el MAS, el PTS y el PRS.


 


El MIC aprobó a “libro cerrado” un programa de 14 puntos, o sea que no podía ser discutido ni en todo ni en parte. El programa no menciona al gobierno ni una sola vez, ni qué decir de su estrategia de reconstrucción de la burguesía nacional y acuerdos con el imperialismo. Se limita a llamar a “la organización de los trabajadores para luchar contra la opresión, la explotación y la exclusión creciente que pretenden las patronales, el Estado y sus gobiernos”. Esta ausencia de referencia al gobierno ya había caracterizado a documentos anteriores y quizás obedezca a un intento de ‘apertura’ hacia sectores de la CTA, que no dejan de alimentar ilusiones en que Kirchner ofrezca, al fin, una redistribución de ingresos (muchos de ellos saludaron con esta expectativa el cambio de Lavagna por Miceli).


 


Los 14 puntos no plantean un plan de lucha. La CGT y la CTA no son mencionados; se limitan a señalar “la recuperación de los organismos propios de la clase trabajadora de acuerdo a lo que la misma clase decida democráticamente”.


 


El debate


 


El PO llevó un planteo por escrito y que se delimita del gobierno y plantea un plan de movilización. Propusimos convocar un congreso de delegados para dar lugar a un debate amplio y a una acción de conjunto. Parmalat y Diario Popular expusieron sus conflictos, por iniciativa del PO, y respaldaron esta perspectiva.


 


La Mesa se opuso al tratamiento de esta moción, planteando que la decisión de dejar armado el MIC y su Mesa nacional ya estaba tomada. El representante de Empleados de Comercio de Rosario hizo votar que la Mesa no podía ser ejecutiva y que nadie podía pasar por encima de nadie. En respuesta a un sector de los asistentes que reclamaba la organización “de abajo hacia arriba”, se estableció que sólo se podrían abrir mesas regionales con el acuerdo de la mesa nacional.


 


Como conclusión diremos que nuestra política será impulsar agrupaciones sindicales clasistas comunes y desplegar todas las iniciativas posibles de frente único con los compañeros del MIC. Llamamos a impulsar un congreso de trabajadores y a dejar muy clara la delimitación política respecto del gobierno de la “burguesía nacional”, o sea del nacionalismo burgués.