Sindicales

20/1/1993|381

El patrón Lescano expulsa a sindicalistas

El congreso nacional de la FATLyF (Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza) realizado en diciembre resolvió la expulsión del sindicato Mar del Plata. Se los acusa de “subvertir la disciplina orgánica”, “mantener objetivos distintos”, “insultos y agravios” e “integrar el CTA” (declaración del sindicato Mar del Plata, 21/11/92).


¿Quiénes son los “fiscales” de los trabajadores marplatenses?


La “orden” de expulsión provino de Lescano-Alderete, actual dirección de la FATLyF. En el mismo congreso en que se resolvió la expulsión, esta dirección se hizo mandatar para participar mediante una sociedad administradora del “negocio” de la jubilación privada. Oscar Lescano, en su carácter de secretario general de la CGT, fue el principal artífice del pacto con el gobierno y los banqueros, por el que se obliga a los trabajadores a entregarle a los pulpos el 11% de sus salarios y se condena a la indigencia a jubilados y actuales activos.


En este congreso la cúpula de la Federación se hizo mandatar, además, para “participar activamente de las modificaciones en las obras sociales”, es decir tratar de “morder” en el desmantelamiento y privatización que plantea el gobierno, para lo que se prevé la “asociación con otras sociedades existentes”. La dirección de la FATLyF podrá “comprar acciones o administrar las del Programa de Propiedad Participada”, lo que pretende consumar la “asociación” entre la burocracia y los explotadores. Además, “participar de los procesos de privatización de las empresas energéticas” e incluso analizar la creación de un banco que opere como agente financiero del “holding” de empresas en que se pretende convertir al sindicato de Luz y Fuerza.


Una política de estas características, que tiende a destruir a los sindicatos como organizaciones de clase, no puede ejecutarse sin convertir a la FATLyF en una cárcel. Lescano-Alderete tienen que empeñarse en una regimentación a fondo para cubrirse las espaldas frente a la política rabiosamente patronal en la que están embarcados.


Simultáneamente con las “deliberaciones” de este Congreso se concretó la adjudicación de la ex SEGBA a sendos pulpos privados con total acuerdo de la Federación. El flamante representante de Edesur declaró de entrada su “complacencia” por la “madurez” de los dirigentes al encarar los temas de “flexibilidad” y “convenios” (La Nación), por lo que se puede avizorar la entregada que se viene.


Los sindicatos se han formado para defender el valor de la fuerza de trabajo y educar a los trabajadores en la lucha contra el capital y en la solidaridad con sus hermanos de clase. Un sindicato no puede ser patrón. Asociado en calidad de “accionista” con el capital estará obligado a impulsar el “tarifazo” en la privatización energética contra el usuario o la explotación de los accionistas-trabajadores.


Una asamblea extraordinaria de trabajadores lucifuercistas de Mar del Plata resolvió rechazar la expulsión y reclamar el pronunciamiento de las organizaciones obreras, en particular de los trabajadores de Luz y Fuerza de todo el país. Sus dirigentes han anunciado el propósito de convocar a sindicatos y corrientes enfrentadas a la actual conducción para organizar una respuesta común a la embestida burocrática.


La lucha contra la expulsión del sindicato lucifuercista de Mar del Plata interesa a todos los trabajadores, porque es el mismo proceso de totalitarización que se expresa en los estatutos carcelarios, la “conciliación obligatoria” o los “desafueros gremiales”. La burocracia sindical, al tomar como propia la política “privatizadora” y buscar a la vez un destino “empresario”, está obligada a reforzar la regimentación de las organizaciones obreras con el auxilio del Estado y “su” Ministerio de Trabajo.


Llamamos a pronunciarse contra la expulsión del sindicato marplatense para impedirla.