Sindicales

8/5/2003|799

El PTS miente

En su último periódico (La Verdad Obrera, 30/4), el Pts lanza una serie de ataques contra los trabajadores de Brukman y Sasetru, contra el PO y el movimiento combativo de los piqueteros. Luego de referirse, en un volante (21/4), a “la maniobra dilatoria de la Justicia, que enredó a los trabajadores en largas negociaciones (e) impidió un avance sobre la fábrica”, el periódico insiste en que “el viernes 18, las trabajadoras fueron entretenidas por el juez en largas negociaciones y dilaciones jurídicas que no llevaron a nada, lo que impidió un primer intento de avance sobre la fábrica”, adjudicando la responsabilidad a “las debilidades (de los obreros de Brukman) por estar aprendiendo de su propia práctica, en medio de enormes presiones”.


En realidad, el viernes 18 de abril se juntaron, a pesar de la lluvia, millares de compañeros, en su gran mayoría piqueteros, para apoyar la lucha por la recuperación de la fábrica, lo cual creó una enorme tensión política en la ciudad y el país, reflejada en la TV y los medios de difusión, y obligó a movimientos de mediación del Gobierno de la Ciudad y otros estamentos oficiales. Frente a esta disposición de lucha, fue el Pts el que desarrolló una campaña de ilusiones en las negociaciones con la Justicia y con el juez que ordenó el desalojo, que se constituyó en la Comisaría 8ª – a cuadras del sitio de Brukman por millares de compañeros – a través de la mediación de funcionarios , personalidades de los derechos humanos y legisladores.


En el momento de mayor tensión, sin embargo, el Pts y sus abogados, llamaron a… desmovilizar la concentración que estoicamente hacía el “aguante” bajo la lluvia. Anunciaron que se estaba firmando un acta entre el juez y las personalidades invitadas, por la cual se iba a retirar la policía de la fábrica y una guardia obrera se iba a hacer cargo de la misma, y que la negociación por la reapertura seguiría el lunes.


Pero, esto no era cierto. Esa acta nunca existió. Lo único que se había firmado era una presentación de las personalidades presentes al juez, “apretado” por la tensión política.


Una vez levantada la concentración, sin la presión popular, el juez “forreó” a las personalidades y los obreros allí presentes, y denegó los reclamos presentados.


 


Sasetru


Sin desparpajo, el Pts pasa a continuación a atacar la lucha de Sasetru. Dice que los “dirigentes del Polo Obrero evitaron la resistencia contra el operativo represivo que los echó de la fábrica”.


Pero las refriegas en Sasetru, con cerca de un millar de policías que habían rodeado el lugar, con helicópteros y toda clase de pertrechos de guerra, que fueron desarmando las barricadas piso por piso, duraron varias horas. Por TV se pudo ver el “espectáculo” de decenas de trabajadores rodeados por una abrumadora mayoría policial, hecho que despertó la indignación de todo el pueblo, salvo de los dirigentitos del Pts.


La delegación de los obreros de Brukman que se acercó solidariamente puede dar testimonio de estos hechos. Así como de la represión que se desarrolló en las calles de Avellaneda contra el movimiento piquetero solidario, con gases, tiros y palazos.


Lo que fue un antecedente del desalojo de Brukman – desalojo inesperado para el Pts a pesar de los indicios judiciales (secreto de sumario, etc.) – fue tomado como bandera de lucha por todo el movimiento obrero, como se evidenció en la gran marcha a la Legislatura de La Plata de 10 mil compañeros y en la Asamblea Nacional de Trabajadores con miles de delegados de todo el país, pero con la ausencia del Pts, que actúa como una secta descompuesta.


La política infame del Pts, o los nenes con los nenes y las asambleas aparte


Para el Pts, hasta el lunes 21, la solidaridad con los trabajadores de Brukman estuvo dada por la clase media. Acusa a las organizaciones piqueteras de sabotear la lucha. Habla de la “falta de movilización masiva de las organizaciones piqueteras, incluso de los militantes del Pc, Mst y PO”. Para el Pts los piqueteros recién se incorporan a la lucha el lunes 21. En un volante distribuido ese día afirman: “Hoy marchan los movimientos piqueteros a Brukman, incorporando a la lucha la unidad con los desocupados”.


Pero esto no es cierto, porque los piqueteros fueron la masa central de la concentración del viernes 18, levantada con el cuento del acta firmada por el juez.


El Pts estuvo en contra de lo planteado por todas las organizaciones piqueteras en el Plenario de Organizaciones que se desarrolló con la Interna de Brukman el sábado 19, de preparar la manifestación central para el lunes 21, pretendiendo que debía ser el domingo 20. En el volante distribuido el 21/4, el Pts dice: “el domingo 20 realizaron una nueva concentración cuyo protagonista principal fueron las asambleas populares, junto a los jóvenes, estudiantes, personalidades de los derechos humanos y diputados”.


Pero fue una concentración minoritaria. El Pts hace responsable de esto a los piqueteros, “a las declaraciones en Clarín – adjudicadas a Beto Ibarra del Mtl y Néstor Pitrola del PO” – (ídem volante). Pero el Pts se muestra contento por este fracaso, diciendo que a “partir del domingo 20” se habría “estrechado” la “alianza con las asambleas barriales”, sumándose éstas “decididamente” (LVO, 30/4).


A confesión de partes… Lo concreto es que el domingo 20, incluso las asambleas populares se opusieron tenazmente al Pts, planteando que al otro día se iba a realizar la gran concentración con los piqueteros. Y efectivamente, el lunes 21 fue la jornada. Allí los piqueteros pusieron columnas de miles y soportaron el grueso de la represión.


El Pts siempre ha intentado aislar a Brukman y Zanón del conjunto del movimiento obrero piquetero. Boicoteó las Asambleas Nacionales de Trabajadores y los planes de lucha votados.


 


“Un acontecimiento político”


Como es públicamente conocido, el Pts se opuso tenaz y sistemáticamente a luchar por la expropiación de Brukman y su entrega a la gestión directa de los trabajadores. Tampoco quiso realizar campaña política alguna por su planteo de estatización de la planta. Esto, alegando que no había nada que discutir o negociar con los poderes del Estado. (Lo cual no obsta para que el Pts aliente las negociaciones con uno de los poderes estatales: el Judicial.)


Dejó pasar oportunidades importantes. Al calor de las grandes movilizaciones del 2002 se logró imponer en la Legislatura porteña la expropiación temporal de una serie de empresas ocupadas (Ghelco, Chilavert, Grissinópoli). Todas las cuales exigieron del desarrollo de movimientos de lucha de los trabajadores de dichas fábricas y del apoyo del resto del movimiento obrero piquetero y asambleario.


En este boicot a la expropiación por ley coinciden con la derecha burguesa. El diario La Nación plantea en su editorial (23/4) que “la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires cedió en los últimos dos años empresas cerradas a quienes las habían ocupado ilegalmente, como una manera de posibilitar fuentes laborales frente al recrudecimiento del desempleo. Se trató en la mayoría de los casos de una salida desaconsejable…”.


Se dejó pasar el mejor momento en la lucha de las masas y en la desorientación capitalista, para imponer la expropiación.


Pero la lucha continúa y la victoria dependerá de la movilización del conjunto del movimiento popular y piquetero.