Sindicales

28/5/2015|1365

El rol del paro nacional ante las luchas obreras: Todos al plenario del Sutna


Masiva movilización bancaria, en el primer día de huelga. El plenario convocado por el Sutna San Fernando debatirá cómo llevar a la victoria las luchas y cómo darle un programa y un carácter activo al paro nacional.


 


 


La Presidenta desempolvó el 25 de mayo las amenazas más gorilas contra las huelgas obreras y el paro nacional. Depetri la interpretó de inmediato, hablando de vidrieras rotas que remontan a la lejana provocación de las marquesinas de Modart en el paro de 1988. Más brutal resultó la advertencia sobre “otro Mariano Ferreyra”, como si el asesinato de nuestro compañero no hubiera sido obra de la patota de un sindicato oficial kirchnerista de los que ahora carnerea el paro nacional, la Unión Ferroviaria. Y, en cambio, hubiera sido un “muerto” colocado por las propias víctimas, al gobierno que montó el negocio y la explotación de los tercerizados junto a los concesionarios y a la burocracia sindical.


 


El motivo de semejante deriva es bien claro. El gobierno atraviesa una ola de huelgas obreras contra los topes impuestos despóticamente por Kicillof-Tomada a las paritarias, en connivencia con las Unión Industrial y el conjunto de las patronales, incluidas las bancarias que ganaron y ganan como nunca.


 


La huelga general aceitera, de un pequeño pero combativo gremio, está conmoviendo al movimiento obrero y transformándose en un gran hecho político. Paraliza el principal complejo exportador argentino a través de la huelga general -un método denostado por la burocracia de las cinco centrales. Despliega piquetes para quebrar la conciliación obligatoria -y el carnereaje de una seccional oficialista en el cordón de San Lorenzo- y, tras haber arrancado a la propia patronal el 36%, ahora profundizó las medidas para quebrar la no homologación, el cepo kirchnerista a las paritarias.


 


Los bancarios paralizaron las finanzas del país 48 horas y en asamblea, el Banco Central resolvió extender el paro dos días más. Hubo paros por turno de la Alimentación y de 24 horas de los papeleros, desconociendo la conciliación de Tomada, un hecho inédito. El 4 de junio moviliza camioneros con abandono de plantas, antes que ellos ATE para 24 horas, lo mismo que Conaduh que está en plan de lucha en todas las universidades. Hay que agregar la movida del Sitraic por 8.000 de mínimo en la construcción y el descomunal paro de la docencia bonaerense, llamado por los Suteba combativos que arrancó el pago a 27.500 docentes que no cobraban, quienes vuelven a parar por 48 horas por otros objetivos.


 


Crisis en las paritarias. Ola de luchas obreras. El gobierno K en su ocaso choca con los sindicatos. Se disgrega aún más la burocracia sindical que lo sostuvo y lo sostiene. Es que Cristina ha empezado a prepararle el país a Scioli y a Randazzo indicando a los capitalistas que sus sucesores son, como ella hoy, los más indicados para llevar adelante el ajuste, los que podrán manejar los tiempos y a las organizaciones obreras y populares para aplicarlo. Y si no fueran los suyos, les prepara la mesa a Macri o Massa.


 


Scioli se ha pronunciado por sostener en algún lugar futuro a Kicillof. El ministro inflexible con los salarios por debajo de la inflación y con el impuesto al salario, el nuevo sostén financiero de los explotados al Estado de la deuda externa y de los subsidios al capital.


 


Así las cosas, el rol de un paro activo nacional es movilizar de conjunto, desde los lugares de trabajo a la Plaza a centenares de miles de trabajadores para lograr objetivos muy precisos: llevar a la victoria a los aceiteros y demás gremios en lucha, quebrar los topes paritarios, abolir ganancias en los salarios y detener los cierres de empresas y despidos masivos. Asociados a estos objetivos, el 82% a los jubilados y el pase a planta de los precarizados.


 


Se trata de que la clase obrera irrumpa en la escena política, imponga un giro y, desde luego, gane un lugar destacado en la agenda electoral. Eso no se logra con un parito dominguero que marca el paso en el mismo lugar del ya realizado el 31 de marzo.


 


En este marco el plenario convocado por los compañeros del Sutna San Fernando, adquiere una enorme relevancia: el debate del clasismo y de la izquierda del movimiento obrero acerca de cómo llevar a la victoria a la huelga aceitera y a todas las luchas obreras y la lucha por darle un claro programa y un carácter activo y movilizador al paro nacional.