Sindicales

11/12/2003|829

El sabor de las frutillas

Es en las localidades de Arocena y de Coronda, en nuestra provincia de Santa Fe, donde se encuentran los campos más aptos para el cultivo de la frutilla. Esta es una cosecha manual, breve en el tiempo. En la cosecha están trabajando menores, hombres y mujeres con déficits de alimentación y bajo peso, porque los contratistas no se encargan de proporcionarles la comida; con las pocas monedas que ganan la compran en las proveedurías que son propiedad de los mismos contratistas.


Trabajan toda la mañana y toda la tarde, bajo el mando de un capataz. En su mayoría son menores a quienes han traído del Chaco o del norte mismo de nuestra provincia, lejos de su familia, y atemorizados de realizar cualquier denuncia.


No les dan techo. Viven en chozas, que ellos mismos construyen; sin baño, haciendo sus necesidades a la intemperie, bañándose en el río. Están expuestos a las picaduras de viboras y vinchucas, frecuentes en esa zona.


No asisten a la escuela y están confinados en los campos, hasta que termina la cosecha y son nuevamente enviados a sus lugares de origen.


Realizan la fumigación de la cosecha sin ningún tipo de protección. Las lesiones son irreversibles.


La explotación laboral de los menores está protegida por el Estado.