Sindicales

14/4/1994|416

El salteñazo de los maestros

La huelga docente ha llegado a un punto crucial. El gobierno de Ulloa, la burocracia de la CGT y Mary Sánchez han conformado una Santa Alianza para quebrar la lucha. El gobierno provincial está explotando el aislamiento y desgaste de una lucha que comienza a dar los primeros síntomas de división (en especial en la Capital), lanzando todo el aparato partidario, infiltrando las Comisiones de Padres para presionar por el levantamiento.


En la misma dirección se han acentuado la presión y despliegue represivos, ya hubo algunas detenciones, la policía ha ocupado numerosas escuelas y ha amenazado con cesantías masivas. En esta política cuenta con la colaboración de la burocracia de la CGT, que al principio de la lucha apareció coqueteando con las movilizaciones, para pasar luego de los incidentes ocurridos en la movilización del 7 de abril a desplegar una campaña macartista, denunciando que la lucha la dirige la izquierda. El CTA (en especial ATE)  se ha limitado al apoyo simbólico, de aparato, e incluso negándose a sumar sus propios reclamos salariales, con el argumento de que ello haría más difícil que Ulloa le dé solución a la docencia, porque necesitaría más fondos. Por su lado, la burocracia de Ctera convocó a una reunión de las cúpulas docentes del NOA, en la que se dedicaron a martillar en una única dirección: “Ojo con profundizar el conflicto, que ello le sirve al gobierno nacional para intervenir la provincia”, y segundo que “el enemigo es Menem, por lo cual Ctera está preparando una marcha nacional”, y de hecho dejó sugerido la conveniencia de levantar el conflicto.


En el desarrollo de la lucha se ha ido generalizando el funcionamiento permanente de las asambleas, en muchos casos con la participación de los padres, y en algunas localidades con otros gremios, bajo la forma de verdaderas asambleas populares, que han dado lugar, incluso, a la formación de coordinadoras intergremiales. En la capital, en el inicio del conflicto, se formó un comité de movilización, que fue ocupando un rol cada vez más importante en la organización y dirección de la lucha, y que en muchos casos ha sobrepasado a la dirección del sindicato docente. Bajo este clima de democracia  sindical, de gran combatividad, se fueron votando diversas medidas, como fue impulsar la comisión de padres por escuelas, la formación de piquetes de convencimiento que han sido vitales para mantener por ahora la medida en la capital, la formación de fondos de huelga con el cobro de peajes, rifas, festivales, con los cuales se han financiado todas las movilizaciones; se han votado medidas para hacer más contundente el paro, como fueron los cortes de rutas con piquetes, en algunos casos masivos, como en Metán, donde se sumó la población (eran más de 500), y últimamente la ocupación de las escuelas; se han concretado dos grandes movilizaciones, la primera con más de 8.000 personas (una de las más grandes de la historia salteña), y una segunda, inferior en número pero de gran combatividad. En la última asamblea, con alrededor de 1.000 docentes, se votó proseguir el paro, rechazar la conciliación obligatoria y se convocó a una marcha central para el jueves 14, la que constituiría una nueva pulseada con el gobierno, la primera luego de las elecciones en las que quedó demostrado el retroceso violento de Ulloa (apenas llegó al 27% de los votantes, un 15% del padrón electoral).


En este cuadro de situación, las tareas que se le presentan al activismo que ha crecido notablemente a lo largo de la lucha y que actúa concentradamente en los comités, es la de transformarlos en dirección efectiva de la lucha, que saquen un boletín de huelga para orientarla (cuando se lo hizo fue muy efectivo como herramienta que ayuda a los delegados y activistas de base a dirigir las asambleas en cada escuela). Paralelamente, con el fortalecimiento de la dirección real de la lucha está planteado extender la huelga a otros sectores explotados de la provincia, como en alguna medida ha ocurrido con los trabajadores de la Caja de Previsión, o en el caso de Güemes, donde se sumaron los municipales que habían ocupado el municipio. Ahora están por salir a la lucha los médicos estatales y, en general, entre los empleados públicos el clima de bronca por la miseria salarial es creciente. En esta dirección, una asamblea hace 10 días votó  la formación de piquetes para recorrer lugares de trabajo de otros gremios para sumarlos a la lucha. Se ha planteado la necesidad de regionalizar la lucha, que se convoque a un plenario intergremial del NOA en Salta que vote un plan de paros para llevar la lucha de la docencia salteña a la victoria y por el conjunto de reivindicaciones de los explotados de la región.