Sindicales

14/10/1999|646

El saqueo del capital nacional, la rapiña del extranjero

Ahora que el menemista-nacional Rubén Beraja acabó de vaciar el Banco Mayo con sus mesas de dinero (negro) y sus operaciones ‘off-shore’ (paraísos fiscales), el menemista-yanqui Citibank se ha quedado con sus lucrativos despojos gracias a unos mil millones de dólares que le regaló el menemista Banco Central. Mientras tanto, más de mil trabajadores del Mayo quedarán en la calle, pero podrían ser incluso muchos más los que finalmente no pasen el colador de la selección del Citi. Acusado de lavado de narcodólares en Estados Unidos, el Citi está imponiendo el cierre definitivo de muchas sucursales del Mayo con la intención de que no los adquiera la competencia. Desde que Roque Fernández desplazó a Cavallo en Economía, el Citi reemplazó al Bank of Boston de la tutoría del gobierno argentino.


Ahora va por otra presa, la AFJP Previsol, de la cual el Mayo era accionista. Esta disputa pone en riesgo al accionista mayoritario de Previsol, el Credicoop, que hoy ya estaría tirando la toalla si no fuera que tiene una alianza con la francesa Assurance. Pero como en estos negocios no se pueden descartar las reversiones de alianzas, el Credicoop tiene una dura lucha por delante. El Banco Central también se encargará de hacérsela aún más dura.


La denuncia de la extranjerización de la banca no lleva entonces a ningún lado, porque la banca nacional es incapaz de ser independiente y procura salvarse con los mismos métodos de evasión de capitales que usa la extranjera. Si fuera posible una banca independiente también lo sería un capitalismo nacional independiente. De todos modos, esa denuncia no ha servido para galvanizar ningún frente nacional capaz de salvar los puestos de trabajo del Mayo.


La quiebra capitalista les plantea a los trabajadores un solo camino: la huelga general, la ocupación de los lugares de trabajo en forma generalizada, la expropiación de los que quiebren o cierren, bajo control obrero.