La justicia federal hizo lugar a un planteo de la oposición y suspendió las elecciones fraudulentas del Sindicato Obrero del Pescado (SOIP) de Mar del Plata. Sin embargo, extendió el mandato de la burocracia hasta que se realicen nuevas elecciones. La lista combativa Celeste-Verde había lanzado una campaña para que una Asamblea General designase una Comisión Directiva provisoria. Se recolectaron más de 800 firmas, que fueron presentadas al Ministerio de Trabajo.

Con distintos argumentos, las restantes listas opositoras –la Granate duhaldista, a la que se integró la marrón del Pcr-Ptp, y la Amarilla orteguista– rechazaron el reclamo de la Celeste-Verde. La primera hizo campaña contra la Asamblea denunciando “a los locos que llaman a echar a Darguibel”.

Pero los trabajadores del pescado aún no dijeron su última palabra. Como titulaba un diario local al día siguiente de la Asamblea, “el Soip es una bomba de tiempo”.