Sindicales

22/8/2013|1282

El Sitraic obtuvo la inscripción gremial

Después de más de tres años de lucha, el Ministerio de Trabajo acató una intimación de la Justicia y otorgó la inscripción de la personería gremial al Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción y afines.


La resolución tiene una enorme importancia para casi un millón de trabajadores de la construcción de todo el país. Desde ahora, los trabajadores de este gremio podrán dejar de ser rehenes de las patotas sindicales dirigidas por Gerardo Martínez, y podrán optar entre un sindicato vaciado, con los peores salarios y condiciones de trabajo, y otro donde pueden ejercer la democracia sindical, donde las resoluciones se toman en asambleas y la lucha por el salario y las condiciones de trabajo puedan ser el resultado de la decisión soberana de los trabajadores.


El simplemente "inscripto" Sitraic tiene, por ahora, un ámbito de actuación en varios distritos de la zona sur, pero está habilitado para hacerlo en todo el país.


La Justicia intimó a la legalización del sindicato y la oficialización se dio como un "último recurso" para mantener la injerencia del Ministerio de Trabajo en la vida de los gremios. De no haberlo hecho, la propia justicia otorgaría la inscripción y, con ello, establecería una jurisprudencia que quebraría el histórico requisito de que la personería gremial sólo se otorga desde el Ministerio, una normativa impuesta en 1943. La Justicia, "intimando" al Ministerio, salvaguarda este andamiaje de la Ley de Asociaciones Profesionales: el Ministerio de Trabajo sigue siendo dueño y señor de la existencia de los sindicatos. Están congelados desde hace dos años decenas de sindicatos que apelaron al mismo procedimiento del Sitraic para inscribirse.


La inscripción del Sitraic también reanima la lucha de estos sindicatos, si buscan  su objetivo por medio de una lucha independiente del Estado y ligándose con el clasismo para superar la impasse de la CTA.


Las nuevas inscripciones gremiales han desatado un debate en la vieja burocracia sindical, donde Moyano (ahora opositor) quiere abrir una puerta a la legalización de nuevos sindicatos bajo su control. La burocracia, fragmentada sindical y políticamente, está acorralada por la lucha de los trabajadores para salirse de los cepos de los cuerpos "orgánicos" y de los estatutos cárceles de algunos gremios, y por las resoluciones de la Corte que liman en algunos aspectos el unicato.


Para el Sitraic estará planteado el desafío de estructurar una nueva alternativa para los trabajadores de la construcción a nivel nacional. Para ello, deberá atar su destino a la historia y la tradición de los sindicatos clasistas. La construcción del Frente de Izquierda, y el activo papel del Partido Obrero en estos incipientes pero profundos procesos de la evolución de la clase obrera, son ya un factor fundamental en la ruptura de obreros y activistas sindicales con el PJ en todas sus variantes. La integración de la mayoría de la directiva del Sitraic en la Coordinadora Sindical Clasista, junto a otras agrupaciones, comisiones internas y juntas ejecutivas, es parte integral de este proceso.


El Sitraic deberá ahora sortear la enorme ofensiva que desatará la Uocra en su contra. Su mejor herramienta será dar a conocer y luchar por un programa de reivindicaciones que quiebre los acuerdos basura con las cámaras patronales tejidas por Gerardo Martínez.


Deberá defender un piso salarial de un mínimo de 6.000 pesos, que el Sitraic pueda discutir su paritaria, que los paritarios sean elegidos en asambleas, quebrar el brutal achatamiento de las escalas reinantes en la Uocra -con la modificación del 30% de diferencia por hora trabajada de los oficiales con respecto a los ayudantes-, que todos los adicionales sean reajustados de acuerdo a los acuerdos paritarios y donde se reconozca la equiparación por rama con el salario más alto en las empresas donde los trabajadores de la construcción realicen igual trabajo. Deberá, además, luchar por quebrar el actual régimen jubilatorio de los trabajadores de la construcción. El Frente de Izquierda impulsará en el Congreso un proyecto de jubilación de los trabajadores de la construcción con 25 años de aportes, sin pasar por la infamia de los 300 meses -que no permite nunca jubilarse a los 55 años-, garantizando el 82% móvil del último mejor salario en actividad. Establecer un verdadero Fondo de Desempleo -que deberá tomarse siempre sobre el 12% del sueldo más alto del año en curso, sin rebajas posteriores- y la eliminación del trabajo en negro, son también algunos de sus principales desafíos.


El Sitraic convocará en los próximos días a una conferencia de prensa para el lanzamiento de una gran campaña de afiliación, rodeado de los nuevos sindicatos de lucha como el del Subte; de secretarios generales de gremios docentes y universitarios; de miembros de directivas y delegados del gremio del Neumático, gráficos, plásticos, ferroviarios, papeleros, de UTA, periodistas, estatales, telefónicos y delegaciones del Sitraic de distintos lugares del país.


Así comenzará una nueva etapa para los trabajadores de la construcción.