Sindicales

16/4/1998|581

El SMATA está negociando en secreto la reducción de salarios y una mayor ‘flexibilidad’

El presidente de Ford Argentina acaba de deschavar lo que la burocracia del Smata ha guardado hasta ahora como secreto de Estado: “Para que Ford pueda concretar el pedido presidencial de exportar a otros mercados fuera del Mercosur, dijo el mandamás, es necesario que el costo laboral se reduzca sensiblemente. Las negociaciones con los representantes nacionales del gremio ya han comenzado” (Bae 2/4).


Lo que Ford pretende es “un convenio similar a los que lograron GM y Fiat”. Esto significa la liquidación de la jornada de ocho horas y del régimen de horas extras, la multifunción o “polivalencia”, la derogación de la estabilidad laboral y contratos de aprendizaje desde tres meses hasta dos años.


La ‘sensible baja’ en el costo laboral que exige el presidente de la Ford exigiría también la reducción de los salarios en forma directa. La categoría más baja en el convenio Fiat tiene un básico de 2,35 pesos la hora. En Ford o Mercedes Benz, es el doble. Una vía para bajar los salarios es que el sindicato dé su acuerdo a la subcontratación de tareas.


Una negociación similar hace casi dos años se quebró como consecuencia de las ocupaciones de Fiat y Renault. Ahora patrones y burócratas creen que pueden dar el zarpazo largo tiempo contenido, invocando la crisis mundial.


¿La salida es “exportar más”?


El patrón de la Ford en Argentina plantea bajar el “costo laboral” para poder acceder a “otros mercados fuera del Mercosur”.


Pero antes de la crisis asiática, un informe de la revista inglesa The Economist señalaba que “si todas las empresas del mundo utilizaran a pleno su capacidad podrían fabricar 68 millones de vehículos al año”, cuando el consumo no superaba los 40 millones. Encima, se instalaron nuevas fábricas en varios países. La crisis financiera del sudeste asiático y Brasil adelantó el estallido de esta crisis inevitable,


El “costo laboral” unitario, es decir, lo que a un empresario le sale fabricar una unidad de producto ya bajó, sin embargo, un 30% en la Argentina en el período 93-97, más que en ningún otro país del mundo (La Nación, 10/12/97). Esto simplemente sirvió para engordar los beneficios de las patronales.


Es exclusivamente a este objetivo, engordar las ganancias, que apunta el convenio que negocian en secreto Smata y Ford. O sea a descargar la crisis capitalista sobre los trabajadores. Las patronales quieren compensar las pérdidas que les producen los parates totales o parciales de la producción, debido a la saturación del mercado, mediante continuas podas salariales. Esta no es una salida aceptable para la clase obrera y ni siquiera es una salida en general.


Denunciamos estas tentativas secretas. La burocracia de Rodríguez no solamente debe informar lo que está haciendo. Los propios términos de la negociación deben ser establecidos antes por los trabajadores en forma democrática. Tiene que haber un pliego de reivindicaciones fijado por asamblea y también paritarios designados por el voto de los afiliados. Al final, en el cónclave secreto con la Ford, el Smata sólo está discutiendo el pliego que le presentó la patronal.