Sindicales

29/11/2012|1250

El tercerismo, talón de Aquiles para la patronal

El 20N pasó algo impensado: la industria automotriz se paró o se vio complicada su producción en enormes plantas como Ford, VW o Renault Córdoba como consecuencia del paro camionero, además del ausentismo, el que también fue importante.


¿Qué pasó? Los nuevos métodos de superexplotación obrera basados en la tercerización de insumos (como paneles y autopiezas de todo tipo) dependen de su provisión diaria.


Esta tercerización le ha valido a la industria automotriz enormes bajas de costos. En las plásticas o autopartistas, en numerosos casos, los obreros no ganan el convenio del Smata y trabajan en condiciones de superexplotación similares a las tercerizadas del ferrocarril.


El sistema se completa con el llamado "just in time" (justo a tiempo), la provisión de las piezas a la medida de las necesidades de las terminales. Es un aspecto del "toyotismo" que nació en Japón después de la Segunda Guerra, el cual estuvo en la base de la superexplotación obrera que sostuvo el "milagro" japonés.


No pocas veces, esa provisión significa convocatorias a los compañeros de las tercerizadas a cualquier hora, en turnos dobles, durante los fines de semana, para que los insumos lleguen "justo a tiempo". La empresa Cargo (encuadrada en camioneros), en Córdoba, mueve incluso los insumos dentro de la planta automotriz.


Pues bien, el paro nacional impactó en la industria automotriz al parar el gremio camionero. El "just in time" se transformó en un talón de Aquiles de la flexibilidad laboral y la tercerización. Este tipo de sistemas necesitan un movimiento obrero derrotado. El pase a planta y a convenio principal de todas las tercerizadas, como el sostenimiento del encuadramiento camionero allí donde se ha conquistado, son banderas primordiales del movimiento obrero.