Se realizaron las elecciones de delegados en Artes Gráficas Rioplatense (AGR), que pertenece al Grupo Clarín.

En los últimos años este taller pasó a ser conocido en el gremio por su escandaloso régimen de explotación y opresión. Desde hace una década ha instalado un turno laboral que viola el convenio colectivo en lo referido al descanso hebdomadario (sábado y domingo). A esto hay que agregarle un salario que siempre estuvo por debajo de Clarín Zepita (Diario).

En el 2004 los trabajadores fueron a una huelga total por aumento, contra el turno ilegal y la instalación de cámaras en la planta. Clarín despidió a 54 compañeros. Todavía hoy la empresa sigue impidiendo el ingreso al taller de tres miembros de La Interna y de Pablo Vinas, congresal de la Lista Naranja, quienes reclaman su reinstalación.

El turno diferido, los despidos y la persecución sindical no habrían pasado sin la complicidad del Ministerio de Trabajo y la dirección del sindicato gráfico.

Desde hace poco más de un año, a contramano de la parálisis de la burocracia, con algunas asambleas y reclamos, comenzó a recuperarse incipientemente la organización del taller.

En las elecciones del año pasado, se presentó una lista abiertamente patronal; la gerencia “bajó” a apretar para que voten "su" lista. De 257 votantes, 196 lo hicieron contra la lista de la patronal. Esta vez la patronal ni siquiera pudo presentar lista.

En la formación de la lista (única) que se presentó a la elección se debatió si Pablo Vinas, ex delegado del taller que reclama la reinstalación en la fábrica, debía integrar la lista. El compañero fue miembro de la Interna hasta que una maniobra de la Verde le impidió presentarse en las elecciones; en aquella ocasión hubo una abstención masiva en repudio a su proscripción.

La posibilidad de que ingresara en la lista fue rechazada por la Verde (conducción del sindicato) pero fue avalada por la mitad de la Interna y contaba con el apoyo mayoritario del taller. A pesar de todo esto, impidieron nuevamente su presentación.

Finalmente, se presentó una lista única de nueve compañeros. No se completaron los diez candidatos que corresponden al taller. La burocracia prefirió presentar lista incompleta antes de integrar a Vinas a la Interna.

A la elección fueron a votar 130 compañeros; hubo 10 votos impugnados o en blanco. A pesar de que muchos compañeros valoran el esfuerzo de los delegados que deben remar contra la acción represiva de la empresa, el rechazo a los componentes cercanos a la conducción gremial y el hecho de que la elección se realizara con lista única redujo la cantidad de votantes.

En una carta al taller, Pablo Vinas agradeció a los compañeros de la planta y en particular a los miembros de la interna que apoyaron la posibilidad de su postulación comprometió la solidaridad de la Lista Naranja con la recuperación de la organización del taller para luchar y defender sus reivindicaciones.