Sindicales

22/8/2013|1282

Elección ferroviaria en la Línea Roca: La votación de la antiburocrática Lista 2

Las elecciones de delegados de la Unión Ferroviaria en Belgrano SA Línea Roca del pasado 14 de agosto resultaron en un triunfo de la Lista 1 (Verde) con el 60% de los votos (2.283), seguida por la Lista 2 del antiburocrático Frente de Unidad Ferroviaria (20%, 764) y la Lista 3 (19%, 724), un desprendimiento del pedracismo.


En 2011, la misma elección arrojó un triunfo de la Verde con el 64% de los votos, sobre el 25% del Frente Gris-Bordó y el 15% de un desprendimiento burocrático (Lista Azul y blanca) ahora integrado al oficialismo, que obtuvo el 15%.


De este modo, la burocracia oficial retrocedió cuatro puntos, en beneficio de la Lista 3. Esta fue puesta en pie por un ex miembro de comisión de reclamos hasta el 2010, quien usufructuó la discresionalidad en el manejo del ingreso masivo y los ascensos de personal con Ugofe tanto como el hoy preso Pablo Díaz, ambos bajo el amparo del "Gallego" Fernández. Además de contar con esa base clientelística, sumó ex tercerizados, en particular de control sobre trenes, y una verborragia en defensa del cumplimiento del convenio, que le agregaron un matiz mucho más "opositor" que la ya extinta Azul y Blanca, lo cual le permitió incluso "morder" electorado de la Lista 2.


Sin embargo, otro dato revelador de la elección, que ya se había registrado en las elecciones generales de 2012, fueron los 1.257 electores que se abstuvieron de votar sobre un padrón de 5.028 trabajadores. De ese modo, podemos concluir que más de la mitad del padrón no votó al oficialismo. Ese es el terreno sobre el cual deberá desarrollarse el Frente de Unidad Ferroviaria en un cuadro de creciente persecución laboral a los trabajadores y de ajuste.


El resultado es expresión de que continúa la siniestra alianza de Ugofe y la burocracia pedracista al mando del Ferrocarril Roca, montada sobre un enorme edificio de clientelismo que sobrevive gracias a la falta de asambleas o plenarios y a fuerza de la persecución gremial al activismo con suspensiones sistemáticas.


Con Ugofe, el pedracismo incorporó a planta permanente a 1.500 trabajadores y seleccionó con el dedo alrededor de 700 ascensos, violando el convenio al no publicar la bolsa de trabajo gremial ni las vacantes, todo con el visto bueno de Roggio y Romero. Esa política de patrón de estancia no ha variado a pesar del juicio por Mariano y la condena a la patota. Ugofe se ha entendido perfectamente con los herederos de Pedraza que habitan en la CGT de Cristina.


Paralelamente, la patronal ha sancionado duramente a los activistas de la oposición. Apenas una muestra de esto son las sanciones que Ugofe me ha aplicado en vísperas de las elecciones generales del año pasado (29 días) y de las recientes (20 días) para probarles a los trabajadores que la relación de fuerzas es desigual y desmoralizar el voto a la oposición de lucha. Este método de apriete se extiende a muchos otros activistas.


Es una olla a presión donde todavía no golpeó a fondo la política de ajuste. La masacre de Once y, luego, la de Castelar detuvieron los planes de reducción de subsidios, que sólo tuvieron expresión a través de algunos aumentos tarifarios, pero no impactaron a fondo en los acuerdos salariales. Por otra parte, la elección se llevó a cabo tras dos meses de cobrar cuotas de un retroactivo salarial, método que ha adoptado la burocracia hace varias elecciones.


La unidad de los luchadores en la Lista 2 permitió sostener un importante caudal electoral histórico de la oposición antiburocrática, en especial con un fuerte respaldo en las cuadrillas de vías y obras y desmalezamiento, y en los talleres de Escalada, histórico bastión de la oposición clasista en el Roca.