Sindicales

13/9/2007|1009

Elecciones de CTERA: “Tribunazo”

En la misma noche de las elecciones de Ctera, la burocracia de Hugo Yasky anunció el resultado: 67% para la Celeste, 17% para la Lila y 11% para la Lista Rosa-Gris-Roja. La Celeste le ‘reconoció’ a la oposición el 28% de los votos. Es una truchada. La burocracia controla el aparato sindical, forma parte del gobierno y aún debe los resultados definitivos de la elección de la CTA del año pasado y las de ATE de este año. En los lugares donde la oposición no pudo fiscalizar, la burocracia se adjudicó el 100% de los votos de padrones completamente inflados.


Nuestros datos del Gran Buenos Aires, por ejemplo, donde pudimos fiscalizar, elevan la votación de la Rosa-Gris-Roja al 25%. Lo mismo vale para la Lila.


Una primera conclusión, entonces, es que la enorme mayoría del activismo docente votó contra la burocracia yaskista. Lamentablemente, la decisión del MIC de colocarse detrás de un ala de la burocracia del Suteba encabezada por Darío Perillo (una colateral de Yasky), rompió la unidad del activismo.


El escaso margen de diferencia entre la Rosa-Gris-Roja y la Lila reafirmó la justeza de la decisión de la Rosa-Gris-Roja y de Tribuna Docente de no ir junto a la Azul y Blanca y Perillo. El activismo docente y una amplia capa de trabajadores entendieron que nadie cambia de la noche a la mañana de oficialista a opositor, y consideraron la presencia de un sector de la burocracia sutebista en la oposición como una maniobra contra los sectores combativos. Ese reconocimiento a la Lista Rosa-Gris-Roja es el resultado de un proceso real, que se expresó en el desarrollo del mismo proceso electoral y que continúa.


Mientras los sectores combativos de la docencia de los Sutebas combativos y de la oposición de Buenos Aires, que integraron la Rosa-Gris-Roja, impulsaron el actual plan de paros progresivos, Perillo y Cía. hicieron causa común con la burocracia celeste contra el plan de lucha, y apoyaron la paritaria trucha de Solá. Mientras la Rosa-Gris-Roja y Tribuna Docente abrieron un nuevo proceso político retomando la lucha en todo el país, la Lila de Perillo y Cía. votaba junto a Baradel, en los “cuerpos orgánicos del Suteba”, entre cuatro paredes.


Esta elección ha demostrado, también, que ambas perspectivas son incompatibles: o se “cavan trincheras con la burocracia” para disolver la lucha detrás de los “cuerpos orgánicos” o se profundiza el proceso político de rebelión docente que encarnaron la Rosa-Gris-Roja y Tribuna Docente.


Este agudo proceso fue el que estrechó las diferencias entre la Rosa-Gris-Roja y la Lila, esta última integrada por las directivas del Sutef, de Aten-capital, Adosac, varias directivas seccionales de Agmer y todos los Sutebas de Perillo. Además del apoyo del PC, que integró la Lila con representantes de su Lista Violeta. A este conglomerado se sumó la izquierda del MIC.


Distritos


En Buenos Aires, la Rosa-Gris-Roja emergió como la primera fuerza de los Sutebas combativos y como la primera corriente de oposición en decenas de distritos de la provincia. Sólo algunos ejemplos para ilustrar. En La Plata, la Rosa-Gris-Roja (integrada mayoritariamente por TD) ocupó el segundo lugar respecto de la Lila, por una diferencia de apenas 4 votos (355 a 351). Pero la Celeste, que en las elecciones pasadas de Suteba fue junto a la Azul y Blanca de Perillo, sacó 189, casi la mitad exacta de los sufragios obtenidos en las elecciones de Suteba de 2006. Si le descontamos a la Lila la mitad correspondiente a la Azul y Blanca, ésta obtendría apenas 166 votos. En Lomas de Zamora, la diferencia de la Rosa-Gris-Roja (íntegramente compuesta por TD) fue de un voto; en General Sarmiento, la Lila sacó el 28% y la Rosa-Gris-Roja el 24%, y un promedio del 25% en todo el GBA.


Ese mismo cuadro político se expresó en el resto del país, y en las provincias en las que las luchas docentes alcanzaron una expresión mayor.


En Salta, la Lila se jugó en contra de una votación unificada de las corrientes combativas que forman parte de la gran experiencia de lucha de los Autoconvocados. A este bloque se sumaron la CTA, ATE, el PC, la Naranja de Gamboa y sectores vinculados al kirchnerismo provincial. No obstante, la diferencia entre la Lila y la Rosa fue del 1%.


En Neuquén, la Directiva de Aten Capital le dio a la Lila algunos de sus candidatos principales. La votación de 678 para la Lila y 414 para la Rosa-Gris-Roja en Aten Capital, y de 1.690 y 847, respectivamente, a escala provincial (de acuerdo a los datos provisorios) es una muestra del rechazo a esta alianza con la burocracia de un enorme contingente de docentes.


En Santa Cruz, Tribuna Docente fue objeto de una feroz campaña macartista que comenzó con la proscripción de Miguel Del Plá en una eventual lista de oposición. Ganarle a Tribuna pasó a ser cuestión de “Estado”. La crisis de Varizat permitió reposicionarse a una dirección que venía en baja con relación a los activistas docentes. Con esto, obtuvo una gran ventaja en el interior. Pero en Río Gallegos, donde a la directiva de Adosac se la conoce bien, Muñoz le ganó a Del Plá por 265 a 176 votos (60 a 40%).


El 11% de los docentes votó a Tribuna Docente, pilar de la Rosa-Gris-Roja en todo el país. El acuerdo sin principios del MIC con la CCC parió “un ratón”, a pesar de que la CCC integra la directiva de más de una docena de sindicatos seccionales y tres sindicatos provinciales. En el estratégico Suteba, la CCC le restó votos a la Lila; no engañó al activismo docente que quiere seguir luchando.


La diferencia en Buenos Aires entre la alianza de todos contra Tribuna ha sido mínima. Aunque en la confección de las listas Tribuna no discutió puestos, este resultado deja claro cuál es la corriente más importante de la oposición docente en la Argentina.


Con la enorme responsabilidad que nos confiere la votación de miles de docentes, llamamos a redoblar la lucha por quebrar los 1.040 pesos miserables acordados por Yasky y a profundizar el camino de la rebelión docente, para derrotar al gobierno y expulsar a la burocracia de Ctera.